31311 Resumen del Informe

HISTORIA MILITAR DE LA GUERRA CIVIL EN MADRID - FUENTES PRIMARIAS -

Caída de Talavera del Tajo (Talavera de la Reina) Informe del Jefe de la Columna de Oropesa, 2º Jefe del General Riquelme AGGC, PS Madrid, Caja 99, Expediente 1124 Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca). (Resumen del Documento) Estando en Madrid el pasado 28 de agosto, me sorprendió la orden de hacerme cargo de la Columna de Oropesa, manifestando el Subsecretario de la Guerra que era mando de verdadera dificultad, en aquellos momentos. El Capitán Sr. Sabio y otros presentes en el Ministerio de la Guerra me ratificaron la dificultad de la misión y la necesidad de llevar conmigo nuevas fuerzas y no ofrecimiento de ellas para remediar lo que todos consideraban irremediable. Al amanecer emprendí la marcha. Al llegar a Talavera quise recoger del General Jefe de la Columna y de su EM alguna información referente al enemigo y a mi cometido, sin conseguir dato alguno, ni otras manifestaciones que las de que era urgente mi incorporación, ya que el 2º Jefe de la Columna y el Jefe del EM estaban agotados. Por decisión del Ministro sería el segundo Jefe de la Columna de Oropesa. Ni al llegar, ni ningún día después conseguí ver a estas personas. En esas condiciones, y sin acompañamiento alguno de Jefes y Oficiales, ni, por consiguiente, de Jefe de EM del Cuartel General de la Columna del General Riquelme, a la cual pertenecía la de mi mando, salí de Talavera para Oropesa con la única compañía de Oficial de Milicias. En Torralba de Oropesa la impresión fue definitiva. La citada Columna, en franca y desordenada retirada, venía en precipitada huida que intentamos cortar los dos, en un obligado y temerario esfuerzo. Amenazados por fusiles y avalanchas, hicimos lo que la dignidad personal y la del mando exige, y que no fueron capaces de hacer los Jefes y Oficiales de aquella Columna, produciendo la muerte del Oficial de Milicias. La retirada o, por mejor decir, esa vergonzosa huida no se debía al empuje del enemigo sino a la carencia absoluta de espíritu y moral de esas fuerzas, cuyo mando tuve que tomar en la misma carretera. Inmediatamente regresé a Talavera a expresar al General Riquelme, con todo el respeto, mi dolor, asombro y protesta por entregarme un mando en esas extraordinarias condiciones de indisciplina y cobardía, sin darme ayuda, ni antecedente alguno sobre la situación. Nuevamente volví a la carretera, en cuyo km 123 (casilla de peones camineros) comencé la reorganización de las fuerzas dispersas con la ayuda del Capitán de Milicias D. Enrique Castroviejo, con quien hice un reconocimiento del terreno hasta el km 138,8. En todo nuestro recorrido escuchamos quejas que hubo que contrarrestar con energía, iniciándose así las relaciones entre las fuerzas y el mando. FUENTES PRIMARIAS No está permitida la reproducción total o parcial de este documento por ningún medio, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright 812

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