aspectos sanitarios en las misiones de PR dossier 311
necesario recuperar a otro personal distinto del
anterior, incluyendo a civiles, es mucho mayor de lo
que ha sido anteriormente.
La atención sanitaria también ha evolucionado.
La instrucción sobre el cuidado de la salud, la
prevención de las enfermedades y los primeros
auxilios forman parte de la instrucción básica del
combatiente. Además, debe ser contemplada con
mayor énfasis en los programas de instrucción de
SERE o de individual common core skills (ICCS).
La atención prehospitalaria del trauma bélico ha
cambiado mucho desde la aparición del tactical
casualty combat care (TCCC) en 1996, con la
introducción de una atención sanitaria diferenciada
en fases, la recomendación de uso prioritario y
preferente de los torniquetes de extremidades y
tronconodales o de unión, la aparición de productos
hemostáticos capaces de coercer hemorragias
masivas, y diferentes recomendaciones y mejoras en
la atención sanitaria prehospitalaria actualizadas con
la mejor evidencia científica disponible y adaptadas
al medio, la misión y las circunstancias en las que
se prestan los cuidados en ambiente táctico. Todo
ello con el fin de eliminar las muertes evitables en
combate.
revista de aeronáutica y astronáutica / abril-mayo 2020
Como en el resto de procesos relacionados con
la enfermedad traumática, los de origen bélico
comparten el énfasis en realizar una estabilización
tempranísima de la baja que permita su supervivencia.
El trauma en combate es fundamentalmente
quirúrgico, pero lo primero que necesita un cirujano
para salvar una vida es un paciente vivo en la mesa de
operaciones. El primer interviniente es quien está en
mejor situación para lograr ese objetivo.
Esa primera asistencia, en la mayoría de los casos,
debe aplicarse por personal que ha recibido una
formación profesional especializada. A veces provoca
confusión que se les llame medics o paramédicos
en inglés —siempre mal traducido al castellano—
cuando en realidad se trata de militares formados
con competencias asistenciales básicas y específicas
que trabajan con protocolos sanitarios y bajo la
supervisión del personal del cuerpo militar de sanidad
de sus respectivas naciones.
Hace poco más de una década que los soldados
españoles fueron conscientes de la relevancia de
estos conocimientos sanitarios de estabilización de las
bajas en combate para maximizar sus posibilidades
de supervivencia, especialmente al comenzar las
misiones de las Fuerzas Armadas en Iraq y Afganistán.
Primera asistencia