Nuestro museo Julio Ayuso Puente
Coronel del Ejército del Aire
revista de aeronáutica y astronáutica / junio 2020
458 nuestro museo
LA VIEJA HISTORIA DE UN NUEVO
MUSEO (VI)
SALA III: ÁFRICA
Retomamos nuestra visita donde
la dejamos la pasada entrega, es
decir, saliendo del «blocao» a la
zona central de la sala III, dedicada
a las operaciones aéreas en el
norte de África: 1913-1926. A
partir de este punto tenemos por
delante un recorrido en el cual se
exponen a tamaño natural cinco
de los aviones que participaron en
las acciones aéreas desde Zeluán
durante el periodo que estamos
contemplando: un Moran-Saulnier
G, un Fokker C.III, un De Havilland
DH4, un Avro 504 K y un Bristol
F.2B Fighter. Hay que indicar que
ninguno de ellos es original, son
unas excepcionales réplicas en
las que, eso sí, se utilizaron en su
construcción la mayor parte posible
y disponible de piezas originales,
consiguiendo así reproducciones de
muy alta calidad.
El más antiguo de ellos es un
Morane-Saunier G diseñado y
construido en 1912 por Raymond
Saulnier y los hermanos Morane
con fines deportivos. Con estructura
de madera y un fuerte tren de
aterrizaje, fue construido en España
bajo licencia, dándose el caso de
que con un aparato como este
Eugéne Adrien Roland Georges
Garros, más conocido simplemente
por Roland Garros, realizó la primera
travesía del Mediterráneo el 22 de
septiembre de 1913 entre Fréjus, en
el sur de Francia, cerca de Cannes
y Saint Tropez, y Bizerta, al norte
de la ciudad de Túnez, en la costa
norte del continente africano. La
duración del vuelo fue de 7 h y 53
min, volando 800 km con 200 litros
de gasolina.
El 5 de octubre de 1918, con 30
años, fue derribado en un combate
aéreo y murió cerca de Vouziers,
Ardenas. Posteriormente, en 1928,
Francia honró su memoria poniendo
su nombre a un estadio de tenis
en la ciudad de París y a su trofeo
internacional más conocido: «Les
Internationaux de France de Roland-
Garros», uno de los cuatro más
importantes del Grand Slam. Hay
que resaltar que Roland Garros no
era más que un tenista amateur, su
fama fue consecuencia de ser piloto
militar, de sus récords y de perecer
en combate aéreo durante la Gran
Guerra, convirtiéndose en un mito.
Entró en servicio en España en el
año 1913. Operaron en Marruecos
volando desde el aeródromo
de Sania Rame (Tetuán), desde
donde realizaron básicamente
misiones de observación y
entrenamiento. Debido a su bajo
valor operativo para el bombardeo y
el hostigamiento a las posiciones de
las fuerzas de Abd-el-Krim, fueron
dados de baja en pocos años.
Llegaron en número de tres en
1913 donados por un emigrante
español a Uruguay, José Artal y
Mayoral, que posteriormente fue
nombrado conde de Artal por el
rey Alfonso XIII. Era un indiano,
denominación coloquial del
emigrante español en América que
retornaba rico. Los tres aparatos por
él donados vinieron en vuelo desde
Francia, sufriendo uno de ellos un
accidente, quedando destruido y
siendo sustituido por uno nuevo.
Con el tiempo, ya operativamente,
los tres fueron destruidos en
diferentes accidentes aéreos.
El ejemplar expuesto es una
reconstrucción realizada por la
Asociación Francesa Nord Aero
con motor Gnome-Rhône, rotativo
de nueve cilindros en estrella cuyo
Georges Guynemer con su avión SPAD de la Escadrille 3, «Escadrille des Cigognes»