el vigía
revista de aeronáutica y astronáutica / junio 2020
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Hermanos
aviadores
Nietos de Antonio Maura,
aquel prohombre que ostentó
la presidencia del Gobierno,
e hijos del escritor, diputado en
Cortes, Honorato Maura Gamazo
y Sara Pieres Fernández, Jaime y
Hernando fueron aviadores.
Ambos, en aquel convulso
1936 habían perdido a su padre,
preso cuando veraneaba la
familia en Zarauz, y asesinado
luego por milicianos anarquistas
en el fuerte de Guadalupe
(Fuenterrabía, Guipúzcoa).
Jaime, el mayor de los chicos,
henchido de dolor y de rabia, no
dudó en dar un paso al frente,
primero, en el Tercio de Requetés
del Alcázar, después como enlace
motorizado en el frente de
Madrid.
Añadiendo en la solicitud dos
años más de los que tenía, consigue
ser llamado a un curso de
pilotos (el 11.º) en Tablada y luego
a la Escuela de Gallur, donde
se hace cazador. Destinado al
3-G‑3, que forma parte de la ya
legendaria Escuadra de Morato,
se incorpora a «los mejores»
cuando la guerra ya está decidida.
Volando el Fiat, interviene
en la campaña de Cataluña protegiendo
bombarderos y «cadenas
». La víspera de Navidad de
1938, con base en el campo de
Tremp, surge un combate con
nueve Curtiss, recibiendo su
avión (el 3-89) veinticinco impactos,
viéndose obligado a aterrizar
en Almenar sin novedad.
Ya en la paz, ascendido a teniente,
vuela en la 21 Escuadra
(Getafe). El 13 de junio, al tomar
tierra con el Fiat (3-125),
mete una de las patas de su tren
en un cráter cubierto de maleza,
capotando violentamente.
Destrozado el aparato, nuestro
personaje sufrió una doble fractura
en la columna vertebral, tres
costillas y parietal izquierdo. Por
fortuna, la cirugía y cuidados
médicos, además de salvarle la
vida evitaron —como se temía—
que quedara tetrapléjico.
Milagrosamente repuesto, hace
el curso de observadores e ingresa
en la Academia de Aviación.
Tras este periodo lectivo sin apenas
vuelos, se apunta en la 5.ª
Escuadrilla Expedicionaria a
Rusia. Después de unos días de
entrenamiento en Alcalá, parte
para el frente del este, reuniéndose,
en el aeródromo de
Bobruisk, 14 pilotos y poco más
de un centenar de personal auxiliar.
El crudo invierno redujo los
enfrentamientos; tanto es así que
de las 86 misiones en las que la
5.ª participó, solamente se libraron
seis combates sin conseguir
derribos. Por contra cayó uno
de sus compañeros, el teniente
Laucirica. El tiempo se había
agotado, puesto que a nivel político
se había decidido la retirada
de todos los divisionarios españoles.
De regreso, es destinado
al 28 Grupo de Mallorca y luego
de profesor a la AGA. Realiza el
Curso de Vuelo sin Visibilidad y,
supernumerario en 1952, ingresa
en la compañía Iberia, donde
desde el DC-3 hasta el Jumbo desarrolla
una brillante carrera que
tan solo el límite de edad es capaz
de detener.
Establecido en Palma de
Mallorca, dorado refugio de tantos
aviadores. El mar, el golf y las
tertulias del Real Club Náutico,
capitaneadas por personajes
tan míticos como Rudy Bay o
Gonzalo Hevia. En aquella isla,
cuna de sus antepasados, en
1977 Jaime Maura emprendía,
con la satisfacción de que su hijo
Antonio, siguiendo sus pasos,
estuviese en Iberia, su más transcendental
vuelo a la Gloria.
Hernando, el más joven de los
Maura Pieres, ingresó en la AGA
en 1949 con la 5.ª promoción. Ya
teniente, formando parte de un
2.º grupo, junto a diez compañeros
de promoción fue enviado
a EE. UU. para formarse en el
Sabre e integrarse luego al Ala de
Caza n.º 1.
Providencial fue que, al regreso
de un vuelo en formación con
Hevia de jefe, Salazar y Álvarez
de la Vega, propusiera a aquel un
looping; le pareció muy bien y
salió perfecto, a este siguió un tonel.
¡Magnífico!, había nacido la
patrulla española de Sabres que
Cronología de la
Aviación Militar
española
«Canario» Azaola
Miembro del IHCA
Hace 95 años
Curso pilotos
Albacete 22 junio 1925
Incorporados en abril a la
Escuela Oficial de Pilotos de
Aviación, la decena de oficiales
que componen el presente curso,
ya «sueltos», se hallan en plena
formación. Curiosamente,
han coincidido en la misma
tanda dos cuñados, los tenientes
de Intendencia e Infantería,
Carlos de Haya y Joaquín García
Morato, quien, precisamente,
aparece en la foto, junto a su profesor,
el capitán Juan Bono Boix.