usos de la tecnología, como las armas
de control remoto y los sistemas
autónomos no letales empleados en
logística, obtención de información,
procesos de decisión y dirección
de las operaciones. Aunque en el
documento no se menciona expresamente,
es de suponer que tampoco
están en contra de las armas
8 / Revista Ejército n.º 948 • abril 2020
semiautónomas y autónomas supervisadas,
en las que el ser humano
interviene en el sistema en mayor
o menor medida1. En cualquier caso,
el planteamiento es similar al de
Delvaux en el Parlamento Europeo:
la exigencia de garantizar la gobernanza
de los autómatas, el control
humano de la máquina.
MERCENARIOS
TECNOLÓGICOS Y
PRIVATIZACIÓN DE LA GUERRA
Un mercenario es un soldado que sirve
a un poder extranjero por dinero y
sin motivaciones ideológicas. Los robots,
aunque llegaran a cotizar y pagar
impuestos, nunca alcanzarán la categoría
de mercenarios tecnológicos
porque carecen de motivación ideológica,
espíritu de servicio y ánimo de
lucro. Cuestión distinta es que el desarrollo
de la robótica acabe impulsando
la externalización del combate y la
creación de empresas militares tecnológicas
que puedan prestar sus servicios
sin más consideraciones que las
exclusivamente comerciales.
Los robots se fabrican con materias
primas comunes e incorporan tecnología
de doble uso, civil y militar, por
lo que serán asequibles en ámbitos no
estatales como el empresarial, pero
también el de las organizaciones terroristas,
la delincuencia organizada
y los señores de la guerra. Se crearán
empresas militares privadas tecnológicas
con personal altamente cualificado
que operará eludiendo el combate
directo y sin necesidad de tener
entrenamiento militar.
Boeing AH-6
Icub es un robot de código abierto y software libre