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MANUAL DE SOPORTE VITAL AVANZADO EN COMBATE

 Valorar las mucosas nasal y labial y lubricarlas si es necesario con lubrican-te 246 hidrosoluble. Mascarilla tipo Venturi. (Fotos propiedad del autor) o El sistema de bajo flujo: No proporciona la totalidad del gas inspirado y parte del volumen inspirado debe ser tomado del medio ambiente. Este método se utiliza cuando el volumen corriente del paciente está por encima de las tres cuartas partes del valor normal, si la frecuencia respiratoria es menor de 25 por minuto y si el patrón ventilatorio es estable. En los pacientes en los que no se cumplan estas especificaciones, se deben utilizar sistemas de alto flujo. Con ellos no podemos conocer la verdadera concentración de O2 del aire ins-pirado (FiO2) (FiO2 = Fracción inspiratoria de O2 o concentración de O2 inha-lado, puede expresarse en tanto por 1 o en tanto por ciento) por el paciente, ya que esta depende no solo del flujo de oxígeno que estamos suministrando, sino también del volumen corriente y de la frecuencia respiratoria que tenga el indivi-duo en ese momento. Por esta razón no se deben de emplear en los pacientes con hipoxemia e hipercapnia, en los que la FiO2 a suministrar ha de ser precisa. – Cánulas o gafas nasales: Es el sistema más usado para administrar oxígeno a bajos flujos. Es barato, fácil de usar y en general muy bien tolerado. Permite hablar, comer, dormir y expectorar sin interrumpir el aporte de O2. El flujo de oxígeno que se debe admi-nistrar con este dispositivo oscila entre 1-4 litros por minuto, lo que equivale a una FiO2 teórica de 24-36%. Como el efecto Venturi en este dispositivo se produce en la cámara naso-oral del paciente, no es posible saber con exactitud la FiO2, por este motivo, y dado que sí conocemos el flujo aplicado, existe un consenso internacional en el sentido siguiente: a un flujo de 1 l/min aplicamos una FiO2 teórica del 24% y así por cada


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