Bullido-Gómez-de-las-Heras E., et al.
Al llegar al plano muscular de diseca la línea alba y se retraen
los músculos con el separador autostático. Posteriormente se ex-pone
el istmo de la glándula tiroides que se secciona y se liga.
A continuación, se abre la tráquea realizando una ventana
que se reseca o bien se hace un flap inferior con la misma. Es
opcional fijar con un punto a piel el flap o el anillo inferior para
favorecer los cambios de cánula. La ventaja del flap, según al-gunos
autores, es la facilidad para posteriores cambios de cánu-la
(Figura 6). Personalmente hemos visto con esta técnica que
pueden quedar posteriormente adherencias de la tráquea a la
piel con un trayecto fibroso que las unen, y la piel se desplaza
con la deglución, este hecho es muy molesto para los pacientes
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y hay que liberar esas adherencias quirúrgicamente con un pro-cedimiento
bajo anestesia local; en caso de no hacer el flap ni
dar punto de tráquea a piel, este problema lo vemos con menos
frecuencia6.
Igualmente, no hemos tenido problemas para los cambios de
cánula sin hacer el flap. La única condición es que solicitamos
que nos avisen para el primer cambio de cánula, que puede ser
entre 1 semana y 10 días, siempre que la cánula no se obstruya.
Es importante la coordinación con el especialista en cuida-dos
intensivos o anestesiólogo antes de abrir la tráquea para pe-dirle
que progrese el tubo endotraqueal hacia adentro, a fin de
evitar pinchar el balón de neumotaponamiento.
Figura 4.
Figura 5.
Figura 6.
Figura 7.