industria y tecnología
EL S-81
pone proa al mar
Tras finalizar las pruebas de puerto,
el submarino Isaac Peral se prepara
para iniciar su primera navegación en
superficie a finales de marzo
A vista de pájaro, amarrado a
babor y estribor, por la popa
y por la proa, el submarino
S-81 Isaac Peral trata de
avanzar y retroceder rozando el límite
de su potencia, atrapado en una tela de
araña tejida a base de estachas fuertemente
sujetas a los norays, tan tensos,
que parecen a punto de romperse. Aparentemente,
este enorme tiburón negro
de acero de 80,8 metros de eslora
y tres mil toneladas de desplazamiento
en inmersión pretende hacerse a la
mar liberándose de la trampa tendida
por los técnicos del programa S-80 de
Navantia en la plataforma elevadora de
buques —la fosa del syncrolift— de sus
astilleros de Cartagena.
En realidad, el sumergible se encuentra
inmerso en una maniobra controlada,
la prueba sobre amarras, con la que
se verificó entre los días 18 y 21 del pasado
mes de enero el correcto funcionamiento
de su propulsión y de todos los
elementos de transmisión a lo largo de
la línea de ejes, desde los motores eléctricos
hasta la hélice. La respuesta a las
órdenes enviadas a través del Sistema
Integrado de Control de Plataforma,
tanto en modo local como en remoto
y en situaciones de normalidad o de
emergencia, fue plenamente satisfactoria.
«Hemos dado avante con total fiabilidad
», afirmaba el capitán de corbeta
Manuel Corral Iranzo, comandante del
S-81, tras finalizar con éxito el sexto de
los once hitos de seguridad que deberá
superar como prototipo el Isaac Peral
antes de su entrega a la Armada.
A principios de 2021, en el dique de
construcción, sin tocar agua, el S-81 alcanzó
los dos primeros: la puesta bajo
tensión eléctrica y el embarque de baterías.
A continuación comenzaron las
pruebas de puerto para lograr los cuatro
siguientes: la puesta a flote del submarino
a finales del pasado mes de mayo, el
primer embarque de combustible a mediados
de noviembre, la primera carga
de baterías con los motores diesel a finales
de año y, por último, la citada prueba
sobre amarras del pasado mes de enero.
«Ahora, lo que se nos ofrece por la
proa es nuestra primera navegación en
superficie, fijada para finales del mes
de marzo», afirma el capitán de corbeta
Iranzo. Con esta singladura se inician
las pruebas de mar que, de manera sucesiva,
incluyen, además, el estreno del
submarino en inmersión; una estática,
parado a cota periscópica, y otra mucho
más profunda, a cota máxima, y, entre
ambas, una navegación bajo la superficie
del mar. Si todo se desarrolla como
El Isaac Peral amarrado
dentro de la plataforma
elevadora de buques tras
someterse a las pruebas
sobre amarras.
44 Revista Española de Defensa Febrero 2022
Rubén Somonte/MDE