MEMORIAL DE INGENIEROS N.º 109
52Información general y varios
otras formadas por bisoños soldados de reemplazo22. La sorpresa experimentada por
dichas tropas, cuando se encontraron en la margen derecha los primeros soldados
republicanos, fue relativa. Según Alonso Baquer, el cambio de la actitud enemiga en
los frentes había sido suficiente para que el general Yagüe esperara un ataque gubernamental
de un momento a otro. Eso no quita que hubiera una sorpresa táctica, es
decir, que no se supiera ni el lugar ni el día, lo que, sin duda, explica la escasa resistencia
inicial ofrecida23. Por eso, el primer día de la ofensiva, las unidades republicanas
llegaron a las puertas de Gandesa, donde quedaría estabilizado el frente hasta la
contraofensiva franquista. La ciudad no pudo ser tomada.
Hay opiniones encontradas acerca de si, la batalla del Ebro, fue o no un éxito. Es cierto
que el objetivo prioritario establecido en la orden de operaciones —la cabeza de puente
en Gandesa— no fue conseguido. No obstante, se pudo posponer cuatro meses el
ataque sobre Valencia que, como se ha visto en su momento, era el principal fin político
de la maniobra24.
3. 3. DESARROLLO TÁCTICO DEL PASO DEL EBRO
El paso de ríos no era nuevo para ninguno de los dos bandos, ya que fueron lanzados
más de doscientos puentes militares de todo tipo a lo largo de la guerra civil. El último
de ellos de consideración había sido audazmente ejecutado por Quinto de Ebro. En
marzo, la 13.ª División sublevada consiguió franquear el rio en tan sólo quince horas,
mientras se le oponía una tenaz resistencia25. Por otra parte, el entorno de la maniobra
de julio era conocido por todo el Cuerpo de Ingenieros, dado que, en 1933, se había
preparado un ejercicio para que la 5.ª División lo atravesara por Flix. Las vicisitudes y
enseñanzas acabaron publicadas en este mismo Memorial. Es cierto que la actividad
fue anulada el día anterior, pero el reconocimiento de la zona de paso, los ensayos previos
y el minucioso planeamiento sirvieron para mejorar las tácticas y conocer las limitaciones
del material existente ante la presencia de grandes cargas como, por ejemplo,
la artillería de mayor calibre26.
Nada de eso se podía comparar con el reto que tenía Modesto por delante cuando
lucieron las primeras estrellas de la noche del 24, desafío que acabaría convirtiéndose
en el paso de ríos más brillante de toda la contienda. En un contexto que no tenía nada
que ver con unas maniobras, se trataba de hacer pasar no una, sino seis divisiones por
una zona más desfavorable que Quinto, incluyendo ocho compañías de carros y abundante
material rodante y artillero27. No es de extrañar que hubiera reticencias dentro de
los asesores del Gobierno, y del propio Cuerpo, por lo arriesgado que era el franqueo
del rio y por lo crítico que se había convertido para el éxito de toda la operación. Al fin
y al cabo, una acción de paso divide necesariamente los tropas que la ejecutan. Si no
se lleva a cabo rápidamente y sin interrupciones, la vanguardia propia queda en una
abrumadora inferioridad numérica que lleva necesariamente a la derrota.
22 Martínez Reverte, 2005: 31. Henry, 1999: 17.
23 Alonso, 2003: 305. La diferenciación entre sorpresa estratégica y táctica la toma el general Alonso de (Fuller, 1926:
274 y ss).
24 Rojo, 1939: 51 y 52.
25 De Sequera, 2003: 96. Emplearon medios discontínuos y dos puentes, uno de pontones y otro de caballetes. Mateo,
(1940): 68-72.
26 Sarmiento, (1934): 386.
27 Henry, 1999: 21 y 22.