MEMORIAL DE INGENIEROS N.º 109
62Información general y varios
perpendiculares a las fronteras, en las extensión de éstas, cubiertas de puntos fuertes,
como las perpendiculares a las costas, y aun las paralelas a aquellas y estas, serán estratégicas
o de utilidad militar».
En cuanto a las conclusiones que señala el General Zarco del Valle, se exponen las siguientes:
«Puede considerarse, como doctrina generalmente admitida, que los caminos de hierro,
lejos de ser perjudiciales, son convenientes a la defensa de los Estados».
«Deben entrar, por tanto, en el sistema defensivo permanente del país, bajo las condiciones
que la índole de este reclamare».
«Casi siempre, será fácil combinar los intereses militares con los industriales y mercantiles,
que los caminos de hierro tanto favorecen».
En definitiva, el Ingeniero General asume la importancia de los ferrocarriles en la defensa
del Estado, y su equilibrio con la iniciativa y explotación privada.
No obstante, queda claro que para la Comisión del Congreso, la máxima preocupación se
detalla en cuanto a la afectación de los intereses particulares y la inversión privada, como
responde el General Zarco del Valle a cuestiones planteadas por el Presidente de la Comisión,
Sr. Olózaga: «Correspondiendo gustoso a las indicaciones con que el Sr. Presidente
me ha favorecido, entraré desde luego en el primer punto, o sea en la parte que el Gobierno
deba tomar en establecimiento de los caminos de hierro, para adquirir con el menor
perjuicio posible de los intereses particulares la seguridad del uso de dichos caminos en
los casos de guerra, y aun del transporte de tropas u objetos militares durante la paz».
En su respuesta, el Ingeniero General señala que el Gobierno tiene la potestad de establecer
la traza del sistema general de las vías férreas, el estudio de las peticiones de
concesión de las empresas y demás circunstancias que: «proporcionarán el conjunto
de datos necesarios para fijar los principios que el Gobierno deba establecer, en la