859 Agentes biológicos 1. Introducción Las armas biológicas tienen una gran capacidad de infligir un gran número de bajas en un área extensa con requerimientos logísticos mínimos y por medios que pueden ser prácticamente indetectables. La facilidad coste de producción, el bajo coste de un agente biológico, la dificultad para detectar su presencia y proteger (y tratar) a sus víctimas, y su potencial para afectar selectivamente a seres humanos, animales o plantas, se asocian de tal manera que la defensa contra este tipo de armas es particularmente difícil. Se necesitan datos epidemiológicos previos de una enfermedad para determinar si se produce una epidemia. Esta información se obtiene a distintos niveles: hospitalario, atención primaria… A modo de ejemplo, miles de casos de gripe en enero puede no ser inusual, sin embargo, miles de casos a mediados de julio puede ser motivo de preocupación. Por otro lado, incluso un solo caso de una enfermedad rara puede ser considerado una epidemia. Muchas de las enfermedades consideradas como clásicas en la guerra biológica, como la viruela, fiebres hemorrágicas virales, y la peste neumónica (sobre todo), habitualmente son poco frecuentes, y un solo caso debe ser investigado. La determinación de si se produce un brote depende, por lo tanto, de la enfermedad, la población en situación de riesgo, la ubicación y la época del año. Para que se produzca un brote, deben estar presentes tres puntos del triángulo epidemiológico: Medio ambiente, agente huésped. (Foto propiedad del autor)
MANUAL DE SOPORTE VITAL AVANZADO EN COMBATE
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