reino valenciano, aunque no del sometimiento
de todas las poblaciones
moriscas, el rey, a la sazón Pedro III el
Grande, inmerso en una política mediterránea,
empleó a los almogávares
en una expedición contra Túnez, tributario
por esa época del rey aragonés.
Las cifras que se nos dan de mercenarios
son enormes, aunque sin duda
exageradas5. No obstante esto supone,
teniendo en cuenta que no se
embarcaron todos los existentes, que
el número de almogávares se había
incrementado con aportaciones de
todo tipo, como correspondería en
realidad a unas compañías de mercenarios.
Posteriormente, la expedición
se desvió hacia Sicilia, en esas fechas
rebelada contra Carlos de Anjou, iniciándose
de ese modo su aventura
oriental.
Durante las luchas mediterráneas en
esta época, Ramón Muntaner menciona
con insistencia dos clases de
peones o, por decirlo de otra forma,
guerreros que no eran caballeros6: almogávares
y peones de mesnada, lo
que indica que se refiere por un lado a
guerreros que formaban parte de una
Entrada de Roger de Flor en Constantinopla. Obra de José Moreno Carbonero
compañía de mercenarios, sin estar
directamente subordinados a ningún
poder concreto, salvo al rey que les
paga, y por otra a guerreros que forman
parte de mesnadas señoriales.
La expedición
se desvió hacia
Sicilia, en esas
fechas rebelada
contra Carlos
de Anjou,
iniciándose de
ese modo su
aventura oriental
También según Muntaner, en esta
época nos encontramos guerreros
74 / Revista Ejército n.º 952 • julio/agosto 2020
con el nombre de almogávares peleando
en Sicilia, Calabria, las distintas
escuadras y la frontera norte,
lo que da indicios de su alto número
y de la diversidad de equipo y táctica
que tendrían en cada teatro.
Por fin, los almogávares que se quedaron
en Sicilia, pasaron en 1302 al
servicio del emperador bizantino, Andrónico
III, y constituyeron la Gran
Compañía, unión de todos ellos bajo
el mando de un caballero extemplario,
Roger de Flor.
No podemos saber las idas y venidas
de las distintas compañías mercenarias
en el período que va desde 1282,
en que comenzaron las guerras sicilianas,
y 1302, pero lo cierto es que
muchos almogávares originales dejarían
de formar parte del núcleo, por
mero relevo generacional, abandono
de la compañía o muerte. Otros muchos
casarían con mujeres de la zona,
sicilianas o calabresas, y otros estarían
en este teatro temporalmente,
siendo relevados por otros aventureros
similares que resultaran atraídos
por las posibilidades de la guerra. A