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RUSIA, CHINA Y EE. UU. EN EL
ÁRTICO
La actividad rusa en el Océano Ártico
no se ha detenido desde que en 2007
reanudó patrullas aéreas en la zona:
en 2012 creó la Brigada Ártica, y en
2014 además de establecer el Mando
Estratégico de la Flota del Norte, inició
la reapertura de 50 antiguas bases
soviéticas y la construcción de 13
estaciones de radar de defensa aérea,
10 de orientación aérea y aeródromos,
unas instalaciones entre las que destaca
una nueva base naval en la isla
Wrangel donde han establecido radares
de última generación Sopka-2,
al igual que en la base Temp en la isla
Kotelny. Pero ha sido la presencia de
misiles S-400 en el archipiélago Novaya
Zemlya y en el puerto Yakutian de
Tiksi, unido a la realización de ejercicios
como Zpad-2017 desde la isla
Kotelny, y otros en 2018 para proteger
puestos estratégicos en las nuevas islas
siberianas cerca de posibles reservas
de gas y petróleo, y especialmente
el radar Sopka-2 que con sus 300 km
de alcance cubre todas las fronteras
rusas del norte, lo que indica el interés
ruso por establecer una defensa
avanzada en el Ártico que proyecte su
poder5.
China también ha mostrado interés
en el Ártico, y considera que tanto
la Convención del Derecho del Mar
(UNCLOS), como el Tratado Spitsbergen,
le dan derecho a libertad de navegación
y sobrevuelo, investigación
científica y pesca en la región. En realidad
China ha realizado numerosas expediciones
al Ártico desde 1999, dispone
de dos rompehielos y en 2004
construyeron su primera base de investigación
científica en la isla Svalbard.
Pero ha sido la publicación en
2018 de su política ártica, donde se
declara una «nación cercana al Ártico
», la que ha puesto de manifiesto
los intereses estratégicos y económicos
de China, entre los que destaca la
participación de empresas chinas en el
Artic LGN 2 actualmente en desarrollo,
que se unirá al gasoducto de gas natural
de Siberia ya inaugurado, e incluso
han llegado a proponer una «Ruta de
la seda polar del siglo xxi» que pasaría
por la ruta del Mar del Norte6.
Estados Unidos, que es una nación ártica
por Alaska, últimamente ha mostrado
un renovado interés por la región,
como demostró el Secretario de
Estado estadounidense, Mike Pompeo,
en su visita al Consejo del Ártico
en mayo 2019 al proclamar que: «es
el momento que Estados Unidos se
ponga en pie en el Ártico», y la publicación
de una nueva «Estrategia del
Ártico» en junio de este año. EE. UU.
ha potenciado bases, entre ellas Fort
Greely, que es clave para la defensa
antimisiles, y reabierto Keflavik en
Bases en el Ártico
Islandia, pero sobre todo ha dotado
a Elmedorf AFB, la sede de ALCOM,
de los dos primeros F-35 de 54 previstos,
y ha incrementado los vuelos
de P-8 Poseidón sobre la brecha GIUK
(Groenlandia, Islandia y Reino Unido)
para vigilar el tráfico de barcos y submarinos
rusos.
Finalizado por el autor el 17 de
mayo de 2020
NOTAS
1. Sittlow, Brian L: «What at Stake
with Rising Competition in the
Artic?». CFR., 1 de mayo de 2020.
2. Mcleary, Paul: «Battle for
The Artic: Russia Plans Nuke
Icebreaker, US Counters China in
Greenland». Breaking Defense.
23 de abril de 2020.
3. Brown, Ryan: «US Navy sails
warships into Barents Sea for first
time in three decades». CNN., 4 de
mayo de 2020.
4. Kelly, Laura: «US announce new
funding for Greenland in push for
stronger Artic presence». The Hill.
com., 23 de abril de 2020.
5. Melino, Mathew: «The Ice Curtain.
Bringing Transparency to the
Artic». CSIS., 24 de marzo de 2020.
6. Lean Collin, Swe: «China´s
strategic interest in the Artic goes
beyond economics». Defence
News. 15 de mayo de 2020.