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arma nuclear: hacen falta 1000 aviones
para destruir Hamburgo o todos
los cañones del ejército para destruir
Berlín, mientras que solo hace falta
una bomba nuclear para destruir dichas
ciudades.
Según el militar francés, la carrera de
las armas convencionales crea inestabilidad
mientras que la carrera de
las armas nucleares crea estabilidad
(esta era la estrategia nuclear vigente
en el momento en que lo escribe.
Así, es necesario que lo convencional
y lo nuclear vayan de la mano (gemelos
idénticos) creando una simbiosis
en la que lo convencional gana estabilidad
y lo nuclear gana inestabilidad.
Y es esta inestabilidad lo que produce
realmente la disuasión creando inseguridad
en el enemigo.
Además, Beaufre defiende la independencia
nuclear francesa argumentando
que la carrera nuclear
entre Estados Unidos y la Unión
Soviética producía la estabilidad
mencionada entre ellos, pero no para
sus aliados, pues ponía en duda que
las dos superpotencias realmente
llegaran a la guerra por defender los
intereses de alguno de sus aliados.
De ahí la importancia de mantener
una capacidad nuclear diferenciada,
pues supondría disponer de más
de un centro de toma de decisión en
el empleo del arma nuclear, creando
ese estado permanente de inseguridad
en el adversario necesario para
que la disuasión funcione. En este
sentido defiende las alianzas militares
como la OTAN pues pueden proporcionar
esos diferentes centros de
decisión.
Beaufre modeliza su pensamiento
en cinco modelos estratégicos basados
en dos variables: potencia de los
medios disponibles y grado de valor
del objetivo político a alcanzar. Así, si
se dispone de medios militares muy
potentes para conseguir un objetivo
modesto, la amenaza será suficiente
para alcanzar el objetivo (amenaza
directa); si los medios no son muy
potentes bastará una presión indirecta
mediante acciones políticas,
diplomáticas o económicas; en cambio,
si se dispone de medios no muy
potentes para alcanzar objetivos importantes,
será necesario la combinación
de la amenaza directa y la
presión indirecta. Los otros dos modelos
hacen referencia a la guerra de
desgaste (nuestros medios son muy
escasos) o a la batalla decisiva (nuestros
medios militares son extremadamente
potentes).
Beuafre tuvo una gran influencia en la
estrategia francesa en los años 60 y
70 del siglo pasado y por extensión
en la estrategia europea y en las dinámicas
internas de la OTAN. Medio
siglo después, nos encontramos que
los ejércitos occidentales, China, Rusia
y otras potencias regionales vuelven
a adiestrarse en la guerra convencional
y el arma nuclear vuelve a estar
presente. Quizá es tiempo de releer a
Beaufre de nuevo.■
André Beaufre (1902-1975)