esta vez Armenia, pues ha perdido el
control de territorios que tenía antes
del inicio de este nuevo episodio. Su
población se sintió humillada ante sus
irreconciliables enemigos y esto hizo
desencadenar disturbios en las principales
capitales armenias, que llegaron
hasta el asalto de su Parlamento
al grito de «Pashinián traidor» y «no
entregaremos Artsaj».
Por su parte, fuentes oficiales de Azerbaiyán
declararon estar satisfechas
con el acuerdo de paz, ya que suponía
la capitulación militar de Armenia.
Además, este acuerdo le permitirá recuperar
gran parte del territorio de
Nagorno Karabaj y sus alrededores,
perdidos en la anterior contienda. Sin
embargo, ultranacionalistas azeríes
han acusado a su Gobierno de debilidad,
ya que no debía haber parado
hasta recuperar la totalidad de Nagorno
Karabaj.
Este conflicto, al igual que le ocurre
a tantos otros, abarca diferentes
percepciones según los intereses de
cada uno de los actores. Así, para
Azerbaiyán se trata de una agresión
armenia en toda regla, con el único
objetivo de consolidar su expansión
territorial. Por el contrario, Armenia lo
plantea como la única solución legítima
24 / Revista Ejército n.º 959 • marzo 2021
en aras de la autodeterminación
de Nagorno Karabaj.
Fuentes oficiales
de Azerbaiyán
declararon estar
satisfechas
con el acuerdo
de paz, ya que
suponía la
capitulación
militar de
Armenia
Víctimas del genocidio armenio de 1915
ACTORES SECUNDARIOS DEL
CONFLICTO
Si importante es a lo hora de analizar
un conflicto estudiar las causas y los
contendientes, no lo es menos el análisis
de los actores secundarios, que
tanto pueden influir en el devenir de
los acontecimientos.
De entre todos los que han acudido
trasladando sus estrategias conocidas
y ocultas al campo de batalla y
al terreno de la diplomacia, destacan
dos por excelencia: Rusia y Turquía.
Sin embargo, hay otros con más o menos
intereses que no se deben obviar.
Rusia
En lo que a Rusia se refiere, este país es,
desde el punto de vista de la geopolítica,
el actor más relevante de la región.
Su postura de «gran pacificador» le ha
llevado a erigirse en el gran triunfador,
en su afán de mantener una hegemónica
supremacía que le asegurará una
presencia en la zona en un período de
entre cinco y diez años.