Panorámica del valle del río Jarama donde se desarrolló la batalla con las principales referencias
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en franca colaboración, lo cual causa
satisfacción.
En los breves párrafos anteriores hemos
referido ocho pasajes de la Guerra
Civil, con los cinco primeros de iniciativa
nacional y los tres siguientes
de iniciativa republicana, que, si sumamos
el mencionado de Teruel y el
último de Brunete de 1939, quedarían
igualados. Estas ofensivas republicanas
indican que el Ejército Popular
de la República trató de equilibrar en
este frente (Central) lo que perdía en
los periféricos (Norte y valle del Ebro).
En lo referente al objeto de esta reflexión,
lo que venimos a decir es que,
independientemente del estudio minucioso
que se espera del profesional
de las armas en todos sus apartados,
sugerimos al visitante tranquilo de los
campos de batalla del Frente Central
dejarse llevar por los restos arqueológicos
de los mismos, fortines y trincheras,
y visitar los museos y centros
de interpretación (desde el Museo de
Toledo hasta el de Abánades), y, además
buscar ese ámbito singular y genuino
de cada uno de los combates
mencionados que nos haga entender
la impronta de la batalla: las lomas de
Bargas, la pasarela de la muerte y el
Clínico, las dehesa de Las Rozas, el Jarama
Valley (que recitaban los brigadistas
internacionales) y el Pingarrón,
el Mirador de la Alcarria, el corredor
de la Granja y Matabueyes, los altos
de Valdemorillo, y el otero de Sacecorbo,
accidentes del terreno que triangulan
y levantan la geografía de aquellas
dramáticas y fatigosas páginas de
la Guerra Civil española (1936-39), en
nuestro caso, en el Frente Central.
BIBLIOGRAFÍA
- Existe mucha bibliografía y audiovisuales
de calidad sobre las batallas
y sus recorridos. Por su relevancia,
recomendamos la lectura de las
Monografías de la Guerra de España,
del coronel José Manuel Martínez
Bande, del Servicio Histórico
Militar (Ed. San Martin), así como
las obras y artículos, entre otros, del
general Casas de la Vega, los coroneles
Gárate Córdoba, Rojo, López
Muñiz y los hermanos Salas Larrazábal.
- Hay numerosos artículos en la Revista
Ejército y en la Revista de Historia
Militar, y el propio IHCM puede
recomendar o asesorar sobre determinados
recorridos, para lo cual
tiene editados pequeños cuadernillos
de las batallas citadas.
- Existen colectivos que han realizado
muy buenos trabajos de señalización
de los restos arqueológicos de
las batallas (Guadarrama, por ejemplo),
que los tienen publicados y son
de gran interés y ayuda; y guías (expertos)
locales que colaboran con el
IHCM y tienen sus blogs o páginas
de información.
- Finalmente, la misma Comunidad
de Madrid ha publicado el Plan Regional
de Fortificaciones, en el cual
ha colaborado el IHCM, y los ayuntamientos
citados tienen estudios y
senderos de estos recorridos. Citemos
como ejemplo Morata de Tajuña,
Navalagamella y Abánades.■
El autor del artículo en el Mirador de la Alcarria