GUINEA CONAKRY: NUEVO GOLPE EN ÁFRICA
OCCIDENTAL
Carlos Echeverría Jesús
Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED
El golpe producido en Guinea Conakry
el pasado 5 de septiembre, incruento
como el que tuvo lugar en
Malí en agosto de 2020 derrocando
al Presidente Ibrahim Boubakar Keita,
pero representando un cambio ilegal
en la cúpula del poder del país, sigue
demostrando la inestabilidad política
y de seguridad que afecta a la subregión
de África Occidental1. Tras once
años en el poder, en los que no logró
dar solución a los múltiples problemas
internos que sufre este país de 13
millones de habitantes, el régimen del
Presidente Alpha Condé era derrocado
a manos, como en los demás casos
de la región, de oficiales de sus Fuerzas
Armadas aparentemente fieles a
la jefatura del Estado que les ha colocado
donde están encomendándoles
el garantizar la estabilidad y la seguridad
del país2.
LAS CIRCUNSTANCIAS DEL
GOLPE
Como suele ocurrir en estos casos un
cuadro relevante del aparato de seguridad,
aquí el teniente coronel Mamady
Doumbouya, jefe de las fuerzas
especiales, que sirvió en el pasado en
la Legión Extranjera francesa y que ha
sido durante tres años un hombre de
la máxima confianza del Jefe de Estado
ahora derrocado, ha sido quien ha
liderado el golpe. Nada pudieron hacer
para frenarle los miembros del Batallón
Autónomo de Seguridad Presidencial
(BASP), ante lo sorpresivo de
la acción y dadas también las escasas
capacidades militares con las que
contaban. Esto último llevó en los primeros
análisis del golpe a deducir que
el Presidente Alpha Condé parecía tener
plena confianza en la estabilidad
de su régimen.
Caía una presidencia que arrancó
en 2010 y cuya última renovación
electoral, la tercera, tuvo lugar en
octubre de 2020, aunque en estos
últimos comicios se produjeron violentos
disturbios que provocaron decenas
de muertos, y que mostraban
ya el hartazgo de la población que
protestaba además contra la maniobra
presidencial de burlar la cláusula
constitucional que establecía un
máximo de dos mandatos. Condé
había ganado los segundos comicios
80 / Revista Ejército n.º 966 • octubre 2021
con comodidad y sin grandes
protestas en 2015, pero sus maniobras
ante los terceros convocando
un referéndum para modificar la
Constitución y poder aspirar al tercer
mandato alimentaron el hastío de
una población profundamente insatisfecha.
No veía esta los beneficios
derivados de la exportación guineana
de bauxita, mineral base del aluminio
y de la que Guinea Conakry tiene
las mayores reservas del mundo,
ni tampoco de la también importante
de hierro, y con la llegada de la COVID
19 y su impacto la situación social
no ha hecho sino empeorar incrementando
el descontento3.
Mamady Doumbouya