Trabajando en equipo
por el futuro del EA
revista de aeronáutica y astronáutica / octubre 2020
editorial 737
Durante el mes de septiembre tuvieron lugar
las visitas al Cuartel General del EA de la secretaria
de Estado de Defensa (SEDEF), Esperanza Casteleiro,
y de la subsecretaria de Defensa (SUBDEF),
Amparo Valcarce, quienes desde el mes de junio
ocupan puestos clave dentro de la estructura del
MINISDEF.
Desde la Secretaría de Estado se dirige la gestión
del Ministerio en todo lo relacionado con las
políticas económica, de armamento y material y de
infraestructura en el ámbito de la Defensa. Por su
parte, de la Subsecretaría depende la política de
personal y de enseñanza, así como la gestión económica
de dichas áreas.
Ambas visitas sirvieron para presentar en detalle,
al nuevo equipo de gestión de Defensa, la organización
y misiones del EA, tanto las relacionadas directamente
con la seguridad y defensa de España
como aquellas otras, a menudo menos conocidas,
que el EA lleva a cabo en apoyo de la acción del
Estado (SAR, contraincendios, aeroevacuaciones,
etc.), y que resultan fundamentales a la hora de entender
nuestra forma de operar 24/7 y los recursos
que para ello se requieren.
La oportunidad de ambas visitas se hace especialmente
patente en el momento actual, cuando
se ha dado inicio a un nuevo ciclo de planeamiento
de la Defensa, que debe desarrollar los objetivos
y directrices establecidos tanto en la Directiva
de Defensa Nacional del Presidente del Gobierno
del 11 de junio, como en la Directiva de Política de
Defensa de la ministra de Defensa del 4 de agosto.
Los responsables de dirigir este nuevo ciclo son,
precisamente, las autoridades de planeamiento
del Ministerio, entre las que se encuentran, además
del JEMAD, la SEDEF y la SUBDEF.
Tenemos entre todos una ardua tarea por delante,
que no es otra que garantizar el cumplimiento
de las misiones que las Fuerzas Armadas tienen
asignadas para la seguridad y defensa de los españoles.
La gestión eficiente de los recursos disponibles,
que sin duda se verán condicionados por la
trágica pandemia de la COVID-19, obliga a definir
correctamente las prioridades, lo que a su vez solo
puede acometerse desde la lealtad institucional y
el trabajo en equipo.
Tanto la SEDEF como la SUBDEF han tenido
la oportunidad de conocer de primera mano la
insustituible labor que el EA lleva a cabo y la importancia
que para el bienestar de los ciudadanos
tienen sus misiones permanentes, en particular la
vigilancia y control de nuestro espacio aéreo, así
como la creciente relevancia que el poder aeroespacial
está asumiendo en el siglo XXI, extendiendo
sus cometidos al espacio ultraterrestre y siendo
el único capaz de actuar de forma simultánea en
todos los dominios, incluido el ciberespacio y el
cognitivo.
Las restricciones presupuestarias sufridas en
esta última década nos han llevado a perder 6000
efectivos y a dar de baja algunas flotas, con la
consiguiente pérdida de capacidades. Dichas restricciones
han impactado igualmente en el sostenimiento
de nuestras aeronaves e infraestructuras,
y han obligado a posponer algunas inversiones
esenciales para la modernización y renovación de
los medios aéreos. Mantener la operatividad depende
por tanto, en gran medida, de revertir la
tendencia de los recursos financiero y de personal
que se asignan al EA.
En la entrevista publicada en el número de
septiembre de la Revista Española de Defensa, el
JEMA lo expresaba de este modo: «El Ejército del
Aire es una institución sólida, que funciona perfectamente
y, hasta la fecha, ha sabido salir adelante a
pesar de las dificultades. En esta ocasión, aunque
llueve sobre mojado, confiamos en que ocurra lo
mismo, pero para ello es necesario revertir la tendencia
de los últimos años en lo que a presupuestos
y personal se refiere.
… Con gran satisfacción puedo decir que, pese
a la crisis sufrida durante los últimos años …, tenemos
un EA moderno, muy profesional, con los
más altos estándares de la OTAN, y que además sigue
manteniendo intactos su esencia y sus valores.
Por encima de todo, los aviadores somos una gran
familia y eso se sigue notando hoy, igual que ayer,
en todo lo que hacemos».