790 dosier la UMAER en la Operación Balmis
Lejos de la familia, sin el apoyo que todo ser humano
necesita y sin descanso se gestionaban las pruebas diagnósticas
revista de aeronáutica y astronáutica / octubre 2020
para los compañeros que compartían la mesa de
trabajo, los equipos de protección individual del personal
perteneciente a la Operación Balmis. Los problemas internos
crecían, pero la enorme voluntad de todo el equipo
fue fundamental para sacar esta operación adelante.
Aquellas personas que te rodean y que comparten el
esfuerzo se ponen enfermos, algunos de gravedad. Son
tus compañeros y amigos. Se debe hacer un gran esfuerzo
de superación para continuar con el reto y afrontar la
situación.
De forma simultánea y sin poder planificar la situación,
empezaron las labores de la UMAER para evacuar pacientes
COVID. Nuestras FAS también enferman mientras están
desplegadas en misiones internacionales y hay que
traerlas a territorio nacional para que se les paute el tratamiento
adecuado.
El primer positivo COVID y 22 personas susceptibles
por contacto estrecho, fue la primera evacuación múltiple
relacionada con el coronavirus realizada por la UMAER.
Dada la experiencia de la UMAER en traslado y evacuación
de enfermos infectocontagiosos desde 2014, fecha
en la que se realizaron las de pacientes con Ébola que, unido
al entrenamiento constante, fueron vitales para enfrentarse
a las evacuaciones múltiples de pacientes COVID.
La segunda y más complicada fue la evacuación de 10
pacientes: uno grave y un asintomático confirmados, con
PCR positiva para COVID-19. Un paciente PCR negativa
pero sintomático con evolución tórpida. Seis pacientes en
contacto con positivos y sintomáticos.
La información aportada era mínima, se produjeron
múltiples cambios durante la gestión de la evacuación, y
había que estar preparados para asumir incidencias a la
llegada a zona de operaciones o durante el vuelo.
Conociendo la evolución de la enfermedad y estando el
paciente de mayor gravedad en un momento crítico de la
misma, en contacto con el servicio de Medicina Intensiva
del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, se decidió
añadir a un médico intensivista a la misión, experto en tratamiento
de esta enfermedad, para poder asumir las complicaciones
que pudieran surgir durante la evacuación.
Durante el vuelo de ida se comunicaron más cambios,
se añadía un paciente más a la evacuación, que aquella
misma mañana había comenzado con síntomas.