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dos de forma independiente para paliar los efectos de la desinformación. Este
informe se enfocaba principalmente en la amenaza que a este respecto supone
Rusia y aquellos servicios informativos que difunden su propaganda (Polyakova,
2018). En él no solo se trataban aspectos a implantar en los Estados
Unidos, sino la necesaria colaboración con la UE y los Estados miembros,
incluyendo la necesidad de una red de alerta internacional contra la desinformación.
El 26 de abril de 2018 la Comisión Europea generó un código de buenas
prácticas para toda la UE en la lucha contra la desinformación, en base a un
informe publicado en marzo de 2018 por el Grupo de Expertos de Alto Nivel
(High Level Expert Group, HLEG) de la Comisión Europea sobre las noticias
falsas y la desinformación en línea, que establece una serie de acciones recomendadas
tanto a nivel estatal como de la UE en esta lucha (Comisión Europea,
2018b). Este código voluntario ha sido firmado por las principales plataformas
y redes sociales, Google, Mozilla, Facebook, Twitter y recientemente
Microsoft, así como por las agencias representantes del sector publicitario
más importantes, como la Federación Mundial de Anunciantes, la Asociación
Europea de Agencias de Comunicación y la Agencia Europea de Publicidad
Interactiva. Los primeros informes anuales de resultados de la aplicación de
este código destacaron que, si bien se había avanzado algo en la lucha contra
las cuentas falsas, la transparencia de la publicidad política y la cooperación
de estas plataformas para la investigación de casos de desinformación todavía
representaba una tarea pendiente (Comisión Europea, 2019). Es por ello por lo
que se abría la puerta a la posibilidad de pasar de la autorregulación a la regulación
normativa si no se alcanzaban los objetivos esperados.
El 13 de junio de 2018 el centro de pensamiento European Values publicó
un informe donde extractaba la postura que adoptaron los 28 países de la
UE en referencia a las campañas de desinformación llevadas a cabo por
Rusia y las medidas que se habían adoptado por estos países para limitar la
influencia de esta desinformación (European Values, 2018). Estas medidas
van desde la creación de una Task Force para la lucha contra la desinformación
por parte del Reino Unido, pasando por la vía punitiva sobre las grandes
plataformas en el caso de Alemania y el refuerzo educativo en esta área
por parte de Francia.
El Centro de Análisis, de Previsión y de Estrategia (CAPS) del Ministerio de
Europa y de Asuntos Exteriores y el Instituto de Investigación Estratégica de la
Universidad Militar del Ministerio de Defensa francés sacaban a la luz en agosto
el informe Les Manipulations de l’information, en el que se abordaba el
problema de la desinformación de forma holística, contemplando medidas en un
amplio espectro de ámbitos, incluso observando la posibilidad de imponer
sanciones a las derivas mediáticas y la necesidad de una regulación de los
medios de comunicación de masas. Este informe ha tenido gran influencia en
las medidas adoptadas posteriormente por Francia en este ámbito.
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