LAS PRIMERAS MUJERES
CON MANDO EN NUESTRA
MARINA MERCANTE
Y EN LA ARMADA
Raúl VILLA CARO
Doctor ingeniero naval y oceánico
(Ing.)
Los barcos no se hunden por el agua que los rodea,
sino que se hunden por el agua que les embarca dentro.
No permitas que lo que sucede a tu alrededor
embarque dentro de ti y te hunda.
Introducción
N los años cincuenta y sesenta todavía sobrevivía
una antigua creencia acerca de una superstición
sobre las mujeres y los barcos. Se pensaba que la
mujer a bordo era símbolo de mala suerte en los
buques. Obviamente esta creencia fue erradicada
poco después, pero aún así en aquella época en
España la reglamentación las impedía ingresar
en las Fuerzas Armadas, lo que se extendía
también a las escuelas superiores de la Marina
Civil. La Constitución del 78 establecía la igualdad
ante la ley de hombres y mujeres, sin discriminación
de sexo. Por ello en el curso escolar
1979-80, las mujeres por primera vez se pudieron
matricular en las carreras náuticas de las escuelas superiores de la Marina
Civil en España. Cinco años después, en 1984, irrumpía la primera oficial
(piloto de segunda) de la Marina Mercante; aquella asturiana respondía al
nombre de María Ángeles Rodríguez Bernabeu. Tras ella llegarían otras
pioneras: la canaria capitán de la Marina Mercante Mercedes Marrero Valero
en 1992; en 1994, la capitán con mando Idoia Ibáñez Ozores; la oficial de
Máquinas María Cardona; la jefe de Máquinas Belén Crespo, ya en el año
2000, y la práctico (en Algeciras) Macarena Gil, en 2015. En la Marina de
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