realizada en Galicia en todo el siglo XIX: el
Dique de la Campana en el Arsenal de Ferrol,
también conocido como Dique de San Julián,
que por sus dimensiones se convirtió en uno
de los más grandes del mundo en su época.
La construcción, que se llevó a cabo entre
1873 y 1879, comenzó con la retirada de
174.000 t de tierra en casi 12 millones
de capazos a cargo de 200 mujeres. El interior
fue construido con 139.500 t de hormigón,
más de 40 millones de piedras de
mampostería y 10.000 t de cal. En los trabajos,
que costaron 25 millones de reales, participaron
más de 1.200 obreros.
La expectación que levantó la obra fue
enorme, tanta como la falta de confianza en
su éxito, hasta el punto de que estuvieron a
punto de retirar a Comerma de la dirección
del proyecto. Después de la inauguración del
dique, que hoy sigue a pleno rendimiento, fue
nombrado jefe del astillero, un cargo desde el
que dirigió la construcción de embarcaciones
muy diversas, desde fragatas acorazadas
hasta cruceros. Pero también se involucró en
otro tipo de obras, como los jardines de las
Angustias y el Hospital de Marina en Ferrol.
Unos años más tarde, presentó su proyecto
más ambicioso: la unión de Europa y África
mediante un túnel submarino bajo el estrecho
de Gibraltar. Su propuesta, de 19 km de
longitud y más de 800 metros de profundidad
en algunos tramos, se encontró con la oposición
de Gran Bretaña y quedó sobre el papel
como un proyecto visionario de gran calidad
técnica.
Comerma introdujo numerosas innovaciones
tecnológicas en Galicia, inspirado por
sus viajes e intereses diversos. A él se debió
la instalación de la primera línea telefónica de
Galicia, que en el año 1878 comunicó la
Capitanía y el Arsenal de Ferrol. También
realizó las primeras experiencias en la región
con rayos X. La electricidad fue otra de sus
pasiones, hasta el punto de participar en 1881
en París en la elaboración del Código de las
unidades eléctricas junto con científicos de
primera categoría, como Siemens y Thompson.
Sus estudios sobre la electricidad le
valieron posteriormente la concesión de la
Legión de Honor francesa. Sobre estos y
otros avances tecnológicos de su tiempo,
como el cinematógrafo o el fonógrafo, realizó
CULTURA NAVAL
investigaciones y publicó numerosos textos
divulgativos. Comerma conocía ocho lenguas
(gallego, catalán, castellano, portugués, francés,
inglés, alemán e italiano) y además fue el
introductor del esperanto en Galicia.
Su primera obra, Curso práctico de construcción
naval, publicada en 1868, recoge ya
cuestiones como la eficiencia económica de
la energía eólica como fuente de propulsión
de los buques. Su preocupación por la conservación
del patrimonio lo llevó a realizar
múltiples estudios y a publicar el libro Los
castillos feudales de Moeche, Narahío y
Andrade. Además, colaboró frecuentemente
con el periódico El Correo Gallego, que
entonces se editaba en Ferrol, y con la publicación
Almanaque de Ferrol, al que contribuía
con ensayos sobre ingeniería y recuperación
del patrimonio. Aunque en el año 1891
solicitó su pase a la Reserva y se trasladó a
Madrid, donde llegó a catedrático de Técnica
Micrográfica e Histología Vegetal y Animal,
siguió muy vinculado a la vida social y cultural
de Ferrol. Fue presidente del Casino
Ferrolano en 1900, director del Ateneo Ferrolano
entre 1903 y 1906, presidente de la junta
de accionistas del Teatro Jofre y de la rondalla
Airiños da miña terra. En 1910 regresó de
forma permanente a Ferrol, ya con la categoría
de general, donde falleció en 1917.
La RAGC, en sesión plenaria del 6 de
julio de 2006, acordó instituir el Día del
Científico Gallego. El 18 de diciembre de
2014 el Pleno de la RAGC cambió la denominación
por el de Día de la Ciencia en Galicia,
al reflejar de un modo más directo el
objetivo de la efeméride: la promoción social
de la Ciencia en Galicia. Inicialmente se celebraba
cada 23 de abril, aniversario de la creación
de la Academia. Finalmente, en Pleno
celebrado el 29 de abril de 2015, la RAGC
estableció como nueva fecha para el Día de la
Ciencia en Galicia el 8 de octubre, que
también conmemora el nacimiento del padre
Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro,
promotor indiscutible de la Ciencia en sus
primeros momentos.
Antonio PINTOS PINTOS
Contralmirante (Reserva)
2020 593