combates terrestres mediante bombardeos.
Otros ejércitos, generalmente
más pequeños, asignan estas
unidades aéreas inicialmente a las
grandes unidades ejército (caso de
los estadounidenses). Sin embargo,
la experiencia y las características del
«poder aéreo» ponen de manifiesto
la conveniencia de centralizar las aeronaves,
por lo que, progresivamente,
las unidades terrestres pierden su
componente aéreo (que no el apoyo
aéreo a las operaciones terrestres).
Durante la Segunda Guerra Mundial
el escalonamiento de las unidades en
los diferentes ejércitos es muy parecido,
aunque los nombres asignados no
siempre corresponden a la realidad.
Por ejemplo, los soviéticos nombran a
sus grupos de ejércitos como frentes,
sin embargo, su empleo corresponde
al de las grandes unidades ejército occidentales.
Algo similar ocurre con las
grandes unidades ejército soviéticas,
que operan como cuerpos de ejército,
mientras que sus cuerpos de ejército
son muchas veces divisiones (más
o menos grandes) y sus divisiones,
apenas brigadas interarmas. En otros
teatros, la estructura de mando y control
tiene que adaptarse a las realidades
sobre el terreno. Así, en Cirenaica,
el Afrika Korps rara vez opera con sus
divisiones orgánicas, sino que tiende
a reunir los medios de sus divisiones
en agrupaciones tácticas provisionales
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(por ejemplo, crea una «brigada de
reconocimiento» con los batallones de
reconocimiento de sus divisiones) o
separa los regimientos acorazados de
sus divisiones y los refuerza con cañones
antiaéreos (en función contracarro)
y los hace operar de forma independiente
del resto de sus divisiones.
Por su parte, los británicos acaban
operando en «brigadas interarmas»,
agregando artillería a todas sus brigadas,
carros a sus brigadas de infantería
o batallones de infantería a sus brigadas
acorazadas (en su orgánica teórica,
las brigadas de infantería se componían
exclusivamente de infantes y
las acorazadas únicamente de carros).
Desde la Primera Guerra Mundial, y
aún más a lo largo de la Segunda Guerra
Mundial, se produce un interesante
reparto de papeles entre las grandes
unidades:
• La gran unidad independiente (el
ejército o el grupo de ejércitos, en
su caso) determina el objetivo y
contribuye al combate de sus unidades
subordinadas «aislando»
el campo de batalla, de forma que
asegure que las fuerzas enemigas
objeto de ataque no van a recibir
refuerzos o que las fuerzas propias
que avanzan no van a sufrir contraataques
(especialmente en sus flancos).
Para conseguir esto cuenta
fundamentalmente con los fuegos
de largo alcance que le proporciona
su elemento aéreo y, en caso necesario,
con sus reservas.
• La gran unidad que ejecuta cada
fase de la operación (el ejército o
el cuerpo de ejército) asegura la
superioridad local de fuegos y proporciona
los recursos no orgánicos
(es decir, aquellos medios que no
necesita habitualmente una unidad
de combate y que, por ello, no los
tiene en su orgánica) necesarios
para ejecutar esa fase concreta de
la operación (pontoneros, medios
de apertura de brechas, etc.), pero
que no necesitará en fases posteriores,
así como los medios de reserva
necesarios para asegurar el
éxito de su parte de la operación.
• La unidad que ejecuta cada acción
(normalmente la división o el cuerpo
de ejército) se encarga del combate
próximo y suele emplear sus
medios (y los agregados que reciba
para su misión) para garantizar el
éxito en ese combate próximo.
Batalla de Gettysburg (1863). En esa pequeña localidad se enfrentaron dos Grandes Unidades Ejército