El 22 de julio Berenguer reconoce finalmente
la situación desesperada en
el Rif. Una brisa salvadora se acerca a
Melilla. El 24 de julio la I y II Banderas
de La Legión, al mando de los comandantes
Franco y Fontanés, arriban al
puerto procedentes de la Yebala. Para
El Desastre de Annual: 21 de julio a 9 de agosto de 1921
tranquilidad de la población, refuerzos
de Ceuta llegan a Melilla. Después de
recibir la orden de Millán-Astray, las dos
banderas de La Legión habían llegado
a marchas forzadas desde sus posiciones
en la Yebala a Tetuán, en tren a Ceuta
y en barco a Melilla en tiempo récord.
Al día siguiente llega un tabor de regulares
50 / Revista Ejército n.º 962 • junio 2021
también de Ceuta y un regimiento
de infantería desde Málaga. Los refuerzos
están en Melilla dos días después
de la caída de Annual. Abd el Krim prosigue
con su plan, conquistando puesto
tras puesto hasta llegar a Melilla.
En Dar el Kebdani, el coronel Araujo
pacta con los Beni Said la rendición
de su unidad, con 998 hombres, a
cambio de 5000 pesetas. Los españoles
entregan sus armas pero los
benisaidíes, de forma vil y miserable,
los matan a todos. El capitán Enrique
Amador, contrario a rendirse, muere
combatiendo al frente de su compañía.
El coronel Araujo y unos pocos se
salvan. Ese mismo día, el teniente coronel
García Esteban decide replegarse
desde su posición en Bu Bekker hacia
el Marruecos francés. Cursa orden
de evacuación a todas las posiciones.
Sin embargo, en Tazarut Uzai se niegan
a retirarse; es la última posición
de la línea defensiva. El teniente Elías
Bernal y el alférez Francisco Dueñas
ven pasar al amanecer la columna
Araujo en retirada. Saben que están
solos, pero se han propuesto resistir.
Sus fuerzas ascienden a 118 hombres,
35 de ellos indígenas. Tienen
dos viejos cañones Krupp. Sobrevivirán
solo siete. El capitán Amador,
el teniente Bernal y el alférez Dueñas
muestran de qué están hechos algunos
oficiales, luchando hasta el final.
El general Sanjurjo llega a Melilla el
26 de julio y toma el mando de las
fuerzas. Legionarios y regulares van
retomando el terreno perdido y montando
posiciones de bloqueo (blocaos
les llaman, del alemán block
haus, casa de madera). Finalmente, el
28 de julio, la columna del general Navarro
llega a Monte Arruit para refugiarse
en el fuerte, pero pierde su artillería
en la precipitada subida bajo la
presión rifeña. El capitán Félix Arenas
cae muerto entre los cañones que intentaba
recuperar y el capitán José de
Abb el Krim la Lama, que ha rechazado el asiento