biomoleculares. Entre las diferentes
alternativas, las microbalanzas
de cristal de cuarzo y los «micro/
nano-cantilevers» (estructuras
en voladizo ancladas en uno de sus
extremos) son las técnicas más establecidas.
Por su parte, los biosensores eléctricos
se basan generalmente en transistores
de efecto de campo metal
óxido-semiconductor (MOSFET,
metal-oxide-semiconductor fieldeffect
transistor), comúnmente llamados
biosensores MOSFET o simplemente
biosensores FET (BIOFET).
Entre las diversas posibilidades pueden
destacarse los transistores de
efecto campo sensibles a los iones
(ISFET, ion-sensitive field-effect transistor),
los inmunológicamente modificados
(IMFET, immunologically
modified FET), los modificados
por enzimas (ENFET, enzyme-modified
FET), los modificados por genes
(GenFET, gene-modified FET) y los
transistores de ADN de efecto campo
(DNAFET).
Adicionalmente, se han desarrollado
biosensores magnéticos basados
en varios fenómenos y dispositivos
Estructura básica de un biosensor colorimétrico de flujo lateral
magnéticos, entre ellos el efecto Hall,
la magnetorresistencia gigante y de
túnel, y los dispositivos superconductores
44 / Revista Ejército n.º 962 • junio 2021
de interferencia cuántica
(SQUID, superconducting quantum
interference device).
Finalmente, en los biosensores térmicos
se utilizan las reacciones endotérmicas
o exotérmicas producidas por
el reconocimiento bioquímico para
detectar y cuantificar las especies
químicas o bioquímicas.
UN EJEMPLO PRÁCTICO:
PRUEBA DE FLUJO LATERAL
Una prueba (o test) de flujo lateral,
también denominada ensayo rápido
inmunocromatográfico, es un dispositivo
de diagnóstico de gran simplicidad
y rapidez que detecta la presencia
o ausencia de un analito objetivo en un
medio líquido. Una tira reactiva usada
para los ensayos inmunocromatográficos
contiene cinco componentes
principales:
• Una almohadilla (pad) absorbente
donde se aplica la muestra para
iniciar el ensayo (almohadilla de
muestra).
• Una almohadilla reactiva que contiene
moléculas de biorreconocimiento
(generalmente anticuerpos
específicos para el analito objetivo)
conjugadas con partículas coloreadas,
normalmente nanopartículas
de oro o microesferas de látex.
• Una zona de captura o línea de
prueba, donde el complejo analito
anticuerpo-conjugado se une a anticuerpos
inmovilizados y produce
una línea visible.
• Una zona de control que contiene
anticuerpos específicos para los
anticuerpos conjugados. Esta línea
de control es la que nos indica que
la muestra ha migrado con éxito a
través de la membrana, por lo que
el ensayo es válido.
• Una almohadilla absorbente que
tiene la función de atraer la muestra
a través de la membrana de reacción
por acción capilar.
De esta forma, si tras realizar el ensayo
se observan dos líneas, el resultado
será positivo. La aparición de una sola
línea indicará que se ha obtenido un
resultado negativo.
Los ensayos de flujo lateral son herramientas
de diagnóstico populares