LA MARINA DE CASA ANTÚNEZ Y LA ESTACIÓN AERONAVAL DE BARCELONA
Aeronáutica naval que se estudiaba implantar de hidroaviones». El hecho de
que se tratara de un taller cuyo cometido no se reduciría a realizar reparacio-nes,
como era el caso del aeródromo de El Prat56, desaconsejaba esta localiza-ción.
Así pues, lo deseable sería hallar un emplazamiento en las proximidades
de Barcelona, cerca del puerto marítimo.
Los terrenos más apropiados para ello estaban bajo el dominio de la Junta
de Obras del Puerto, que los tenía bien en explotación, bien en régimen de
concesión. Dado que era esencial que los talleres estuvieran enclavados en un
área comercial e industrial donde la recluta de obreros no resultara dificultosa,
los terrenos más adecuados eran los comprendidos entre los ex Altos Hornos
de Cataluña (dejando un acceso de cinco metros a la playa) y el faro bajo de
los de enfilación de la entrada al puerto, y entre el muro del ferrocarril MZA
(dejando un paso mínimo de 15 metros) y la playa. Próximo a esta delimita-ción,
la Escuela tenía instalado un hangar Bessonneau en terrenos cedidos
provisionalmente por la Junta de Obras, equipados con un varadero portátil
que realizó un papel auxiliador cuando la Sociedad de Banca y Comercio
pretendió ocuparlos57.
Los terrenos situados en el barrio de Casa Antúnez y en la zona declarada
como del puerto se encontraban sujetos a procedimiento legal, así que Marina
debió solicitar su concesión por real orden al Ministerio de Fomento. Una vez
autorizada por este la concesión, Marina iniciaría la edificación, independien-temente
del espacio alquilado temporalmente a los Astilleros Minguell, cuyo
arriendo hubo que prorrogar con carácter de urgencia por no contar aún con
locales propios, y además añadir a lo ya alquilado cuatro áreas adicionales de
terreno, con lo que el monto de la renta ascendía a 40.000 pesetas. El arriendo
quedó así asegurado por tres años más, prorrogables por otro a voluntad de
Marina58.
En el planteamiento de las instalaciones próximas a los antiguos Altos
Hornos quedaban afectadas las instalaciones del faro y la caseta para torrero
del puerto. «Marina iba a presentar una propuesta a la Junta de Obras del
Puerto para dar solución al nuevo emplazamiento del faro y la caseta, como
solución a los terrenos ocupados»59.
Desde el punto de vista marítimo, la zona estaba protegida de los vien-tos
del primer cuadrante por la prolongación del dique del Este o muelle
del Rompeolas, pero carecía de protección contra los del segundo; no
obstante, eran pocos los días del año en que estos se dejaban sentir, aparte
de que el proyecto de nuevas instalaciones de la Zona Franca mejoraría su
abrigo.
En la parte terrestre, contaba con la carretera de Casa Antúnez, que lo unía
con Barcelona, próxima a la estación del Morrot, de la compañía del ferroca-
(56) Ib.
(57) Ib., leg. 7510/191l, 1922, p. 3.
(58) Diario Oficial, núm. 64, 1924
(59) AHEA, leg. 7510/191, 1922, p. 3.
REVISTA DE HISTORIA NAVAL 154 (2021), pp. 27-88. ISSN 0212-467X 55