DICIEMBRE 2020
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Estas compañías de ferrocarriles obtuvieron su bautismo en combate en la guerras
carlistas, 1873. Y es en 1880 cuando se publica la “Guía de Transportes Militares por
Ferrocarril”.
Tras estos acontecimientos, había comenzado la utilización de este medio de transporte
en las operaciones militares, destacando su participación en las campañas de
insurrección de Cuba (1895-1898), en la campaña de Melilla (1902) y en la construcción
de nuevas líneas entre Tetuán y Xaumen, donde las unidades de ferrocarriles llegaron a
intervenir en el combate como unidades de Infantería.
Ya para la Primera Guerra Mundial Europa contaba con más de un millón de kilómetros
de vías férreas.
2. EL FERROCARRIL COMO PROTAGONISTA
EN LAS GUERRAS MUNDIALES
Fue, el gran estratega y general Alemán, Helmuth von Moltke, el que dijo en la Primera
Guerra mundial, “no construyan fortalezas, construyan ferrocarriles”, anticipándose en
muchos años a la importancia estratégica del ferrocarril en las campañas.
Este medio de transporte fue ampliamente utilizado en ambas guerras debido a la gran
capacidad de absorción de flujos logísticos y la movilización de vehículos, armas y personal
en cualquier área del Teatro de Operaciones Europeo.
No deja de ser curioso, que
el final de las dos guerras
mundiales tuviera como
protagonista el ferrocarril,
donde en la Primera Guerra
Mundial el mariscal francés
Ferdinand Foch y el ministro
de Estado alemán Matthias
Erzberger firmaron la rendición
de las tropas alemanas
en un vagón en Compiègne,
a unos 90 kilómetros al norte
de París. Y en 1940, tras la
invasión de Francia por parte
del Ejército Alemán, este
obligara a firmar al gobierno
de Petén su rendición ante
los alemanes.
Antes de la toma de Berlín,
el propio Adolf Hitler, ordenó
a las SS su destrucción
para no someterse a la misma
humillación que la recibida
por Alemania en la
firma del primer Armisticio. Figura 3. Vagón del Primer Armisticio (Francia-Alemania)