DICIEMBRE 2020
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Existen Unidades de Ingenieros, incluidas en el Mando de Ingenieros de Salamanca y
las Brigadas operativas (En total, 2 Regimientos de Especialidades, 3 Regimientos de
Ingenieros y 8 Batallones de Zapadores), que podrían, llegado el caso, cumplir igualmente
con las misiones que hoy ocupa la UME, siempre lo hicieron, y la historia es
testigo, aunque con otra disponibilidad y organización, y otros medios pues las capacidades
de esta Unidad preferencial son muy favorecidas por su adscripción y por los recursos
que se le dedican, incluso en las retribuciones de su personal, aspecto humano
que el Ejército de Tierra soporta en más de un 90% de sus efectivos.
La formación del personal de esta Unidad, separada de la de Ingenieros propiamente
dicha, escinde el necesario acuerdo intelectual y separa, progresivamente, las misiones
de Ingenieros con las del mismo tipo de la UME; no hay que olvidar que esta Unidad militar
posee una Unidad de Ingenieros por cada Batallón de Intervención (Total 5 Unidades
de Ingenieros) y un Batallón de Transmisiones para sus misiones CIS (Sistemas de
Información y Telecomunicaciones) y que ambas Especialidades conforman el Arma..
La creación de esta Unidad, con un origen eminentemente político, vino a resolver un
problema que es frecuente en un Estado Autonómico descentralizado, como es el español,
pero segregando, permanentemente, de las Fuerzas Armadas un contingente
esencial de Ingenieros como el de la UME, pues si bien aquellas tienen una importante
responsabilidad en la protección de la población también es verdad que deben hacerlo
con los medios a su disposición para su misión principal, las operaciones militares; si
esto no fuera así es necesario reconocer que otros sectores de la vida nacional, cuyo
funcionamiento es deficiente, podrían por la misma razón ser “militarizados” permanentemente,
como se ha hecho, en parte, con la Protección Civil, en su faceta de respuesta
a emergencias, responsabilidad permanente superior del Ministerio del Interior.
En el caso de las Transmisiones, también pertenecientes al Arma de Ingenieros, cuya
misión, enriquecida por el concepto CIS, la Guerra Electrónica y últimamente la Ciberdefensa,
vitales siempre para la acción del Mando y para la permanencia operativa de
cualquier sistema de combate e infraestructura, precisan absolutamente de esa relación
con la técnica civil y por tanto la cuestión ha sido la misma, la falta de facultad para
establecer los proyectos que se consideraban necesarios para cumplir la misión, pues
técnicamente, como se puede intuir, las relaciones con las actividades civiles homólogas
son vitales. La única diferencia que puede existir con los Ingenieros (Zapadores
y Especialidades), es la necesidad que tiene el Mando de poseer un CIS y CIBER, seguros
y fiables, y por tanto la prioridad dada a este sector del Arma, que ha mejorado
notablemente con respecto a situaciones anteriores. La mayor y más frecuente relación
con la ingeniería civil del sector y la mejora de la formación de Oficiales, y también de
los Suboficiales, han amortiguado algo más las deficiencias en las titulaciones del personal
de la Especialidad Fundamental de Transmisiones.
En cualquier caso, la desaparición de las Jefaturas de Ingenieros y Transmisiones, las
tradicionales, a pesar de la existencia del MADOC, aumentan la carencia de una dirección
técnica fundamental para las dos Especialidades Fundamentales del Arma, que
precisan una visión inspectora general, una perfectibilidad a lo largo de todo el Teatro
de Operaciones y una dirección técnica especial.
Si esto ocurre en los Ingenieros del ET, sin embargo, nuestros compañeros los marinos
están facultados para navegar con sus barcos, los pilotos ni que decir tiene que lo están
también para volar sus aviones, los de helicópteros reciben sus diplomas de vuelo,
etc., como es lógico por otra parte; los Oficiales de Ingenieros somos una excepción
en esto, tenemos una misión pero no podemos ser responsables de ella porque no