Instalación de ampliaciones de áreas de atención hospitalaria
Contribución de las Fuerzas Armadas
En situaciones de crisis, emergencias, catástrofes
o epidemias como esta, las Fuerzas Armadas
son uno de los instrumentos fundamentales que
utiliza el Estado para dar apoyo a la población.
Al día siguiente de la declaración del estado
de alarma, desde el Ministerio de Defensa se ordenó
la activación de una parte de las capacidades
de que disponen las Fuerzas Armadas con
el propósito de ayudar a contener la pandemia.
En una reunión inicial de planeamiento, desde
el Mando de Operaciones se puso en marcha la
operación con la que las Fuerzas Armadas iban
a intervenir. Unidades del Ejército de Tierra, de la
Armada, del Ejército del Aire, la Unidad Militar de
Emergencias y la Inspección General de Sanidad
conformaron la estructura operativa de las Fuerzas
Armadas bajo el mando/dependencia del
JEMAD.
Operación Balmis
El nombre elegido para esta operación fue
“Operación Balmis”. Un nombre muy adecuado
ya que Francisco Javier Balmis y Berenguer fue el
médico militar que organizó y dirigió a principios
del Siglo XIX la más importante expedición sanitaria
de todos los tiempos, llevar y distribuir la recientemente
descubierta vacuna de la viruela por la
mayor parte del territorio americano, Filipinas,
Macao, Cantón y Santa Elena, dando la vuelta
al mundo. Una expedición que supuso el principio
del fi n de aquella pandemia que diezmaba la
población mundial (de Balmis y de la expedición
hablamos en el artículo “La gran expedición fi lantrópica
militar” en el número 137 de esta revista).
Activación de la operación Balmis
Defensa comenzó a activar unidades y a desplegar
personal por todo el Territorio Nacional. En
un primer momento fueron 910 los militares que
se activaron para atención a personas sin hogar
y para control de aglomeraciones en estaciones
de metro y cercanías de Madrid. Progresivamente
el despliegue militar se amplió a 28 ciudades
con tropas del Ejército de Tierra y la Infantería de
Marina y comenzaron las primeras desinfecciones
en centros de control de tráfi co.
En cuatro días el despliegue de la Operación
Balmis se había extendido ya por las 17 comunidades
autónomas, Ceuta y Melilla. Unidades
militares patrullaban las ciudades advirtiendo a
los ciudadanos de la prohibición de circular, comenzaron
a realizarse las primeras desinfecciones
de edifi cios e instalaciones y se inició el apoyo a
la Guardia Civil en la vigilancia de las centrales
nucleares de Trillo, Almaraz y Cofrentes. En Barcelona
el Ejército montó un albergue en la FIRA
y en Madrid otro en la IFEMA para personas sin
hogar, mientras el Mando de Ingenieros y la Brigada
de Sanidad iniciaron el asesoramiento en el
montaje del futuro hospital provisional de IFEMA,
el que se convertiría en el mayor hospital de España.
La UME comenzó el traslado de enfermos
entre hospitales para redistribuirlos en función de
las capacidades y la Sanidad Militar intensifi có la
asistencia a las personas mayores en residencias.
En quince días, tras la ratifi cación de la prórroga
de dos semanas del Estado de Alarma, se
multiplicaron los medios materiales y humanos
aportados por Defensa a la Operación Balmis, se
intensifi caron las tareas de desinfección en instalaciones
críticas, centros sanitarios y residencias, y
se montó una UCI móvil del Ejército del Aire en el
hospital de campaña de IFEMA.
Ante la necesidad de personal sanitario se comisionaron
a enfermeros y médicos militares destinados
en otras unidades y se activó a personal
en situación de reserva para reforzar los Hospitales
Militares de Madrid y Zaragoza.
Abril - 2021 Armas y Cuerpos Nº 146 63