Henry Kissinger
Inmanuel Wallerstein. Geopolítica y geocultura
de los supuestos, merced a una guerra victoriosa.
Como salvaguarda de su supremacía se recurre
a tratados internacionales, la implantación de
organizaciones internacionales, declaraciones
unilaterales y alianzas. Imperialismo, para este
autor signifi ca el ejercicio de poder para mudar
las relaciones propias del status quo por parte de
potencias emergentes. Impulsan el imperialismo
el intento de resarcirse de una guerra perdida, la
situación alcanzada por una guerra victoriosa y
la debilidad de otros Estados.
De ahí que la garantía de la paz y condición
necesaria para cambios asumibles en el status
quo, sea el equilibrio de poder como límite al poderío
nacional de los Estados poderosos. El equilibrio
puede conseguirse bien mediante una oposición
directa entre potencias, bien mediante una
competición para atraer aliados a su campo. Sus
instrumentos son el “divide y vencerás”, las compensaciones
a los socios y aliados, la carrera de
armamentos, las alianzas y las contra alianzas, y
la situación de un gran potencia en situación de
“árbitro”. El equilibrio de poder divide al mundo
en una serie de sistemas dominantes –donde se
encuentran las grandes potencias y las grandes
controversias– y una gama de sistemas dependientes,
ligados a los primeros por relaciones de
subordinación.
Ahora bien, Morgenthau concluye que, a pesar
de que el equilibrio de poder es el método
más efectivo para frenar las ansias expansionistas
de los Estados, ha fracasado en la conservación
de la paz; es decir, ha proporcionado períodos
pacífi cos, mas no ha evitado una ruptura del
equilibrio en un momento dado que ha conducido
a las grandes guerras que la humanidad ha
conocido, entre otros motivos porque nunca se
ha dado un auténtico equilibrio, sino imágenes
engañosas del mismo.
Un acérrimo defensor del equilibrio de poder
como garantía de paz en las relaciones internacionales
–y que trató de llevarlo a cabo en la
práctica política–es, sin embargo, Henry Kissinger6.
Los confl ictos armados obedecerían a la ruptura
de ese equilibrio, al fallo de las grandes potencias
en conservarlo de modo adecuado, por lo
que la principal acción en política internacional
es propiciarlo de manera activa, especialmente
mediante la diplomacia, aunque sin vacilar en la
amenaza del uso de la fuerza.
88 Armas y Cuerpos Nº 146 ISSN 2445-0359