Dicho y hecho, a fi nales del tercer curso de la
Academia no dudé mucho en la primera opción
a la hora de elegir especialidad fundamental y
plasmé, plenamente orgulloso, la opción transmisiones
en el primer renglón. Poco después de esa
elección vino el curso que más me cambió y en
el que más avancé en mi formación como profesional
de todos los que he vivido en la Academia.
Especialmente culpables fueron los periodos
como alférez instructor en el Módulo de Acogida,
Orientación y Adaptación, y en las maniobras de
primer curso. Fue la primera vez que descubrí que
nuestras decisiones afectan de verdad en la vida
de nuestros subordinados, y que el trato personal
con tu gente es de lo más importante, por no decir
lo principal, de lo que tiene que ocuparse un
ofi cial. Creo que fueron las semanas que más he
aprendido en toda mi vida, tanto dentro como
fuera del Ejército. A los futuros alféreces instructores:
entregaos al 100% a la misión, es probablemente
uno de los momentos más relevantes de
vuestra vida en la Academia. Está en vuestras
manos formar, año a año, a mejores ofi ciales en
nuestro Ejército.
En quinto curso di por fi nalizada a grandes
rasgos la etapa en la AGM y se inició un nuevo
capítulo, el del “Nunc Minerva, postea Palas”. En
la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares
se respira otro ambiente, más orientado a
la formación técnica de sus alumnos y también
infl uenciado por la presencia de los sargentos
alumnos. Es la primera vez que se tiene un trato
tan directo con esta escala en la vida académica
del ofi cial, y sirve para empezar a trabajar mano
a mano con los que serán parte indispensable de
las futuras secciones a mandar por lo tenientes
recién egresados. La Academia de Ingenieros no
destaca por su localización pero es una etapa
vital a la hora de lo que se llama coloquialmente
“hacer promoción”. Es muy importante que se
aproveche este periodo para afi anzar los vínculos
con los compañeros de especialidad, más aún si
cabe en una como las Transmisiones ya que tendréis
que seguir relacionándoos, aprendiendo
juntos y consultando dudas durante todos vuestros
futuros destinos.
Después de este último año llegó el momento
de elegir destino. En Transmisiones existen tres
tipos de destinos. El primero de ellos es el más táctico
y operativo, las Compañías de Transmisiones
de los Batallones de Cuartel General de las Brigadas.
En éste deberéis dar apoyo a las diferentes
unidades de la brigada en sus activaciones
y ejercicios. Fruto de esta comunión entre diferentes
especialidades de la unidad madre surge
un carácter bastante especial muy relacionado
con la idiosincrasia de la brigada donde se esté
destinado. El siguiente destino y el más técnico se
corresponde con los del Mando de Transmisiones
(MATRANS), ya sean los Regimientos de Transmisiones
nº 1 y nº 21, o el de Guerra Electrónica nº
31. En estos el trabajo es mucho más especializado.
Dan apoyo a formaciones y organismos de
mayor entidad, se cuenta con los equipamientos
CIS más modernos, y sirven de escuela para el
resto de Unidades. El tercer tipo de destino, y el
más desconocido, es el estratégico, de la mano
del Regimiento de Transmisiones nº 22 y el Regimiento
de Guerra Electrónica nº 32. Son unidades
que ofrecen los mismos servicios que cualquier
unidad desplegable, pero en instalaciones fi jas
del territorio nacional y en algunas bases de zona
de operaciones, además de vigilar y proteger
electromagnéticamente el territorio español.
Pero vuelvo a mi historia. Mi intención desde
hacía varios años era elegir entre uno de los del
primer tipo que he mencionado en el anterior
párrafo. Escogí la 1ª Compañía (Madrid) de la
Unidad de Transmisiones del Mando de Artillería
Antiaérea. Damos apoyo, junto a la 2ª Compañía
(Sevilla), a la multitud de despliegues del Mando
de Artillería Antiaérea; una “brigada de artilleros
antiaéreos” con tres regimientos repartidos por
toda España. También se apoya a la artillería an-
70 Armas y Cuerpos Nº 146 ISSN 2445-0359