Según va avanzando el tiempo te vas dando
cuenta que todos los días en el cuartel son iguales
y diferentes a la vez. A primera hora lo más importante
es dar continuidad a la formación física
de la sección, montar un buen planning de entrenamiento
y velar por que se cumpla. Existe mundo
más allá de la carrera continua y tu unidad lo
agradecerá. De lo que más he podido aprender
a este respecto es que la intensidad y el sacrifi cio
en el entrenamiento es mucho mayor cuando se
rompe con la monotonía. Las destrezas básicas
de cualquier militar: preparación física, manejo
de las armas individuales y defensa personal, no
deben descuidarse nunca.
Otro aspecto esencial del trabajo diario, hoy
que disponemos en las unidades de sistemas de
armas y equipos cada vez más complejos, es el
mantenimiento. Empezando por los vehículos y
siguiendo con el resto de material. Es algo vital si
se quiere evitar que incidencias mecánicas en los
convoyes o los ejercicios nos impidan dar el apoyo
que se espera de nosotros. La preparación del
material y el personal, ya sea por medio de la instrucción
interna o el ensayo de los procedimientos
de empleo de nuestro material a cargo, son la
parte esencial de la instrucción. Nuestro trabajo
como jefes de sección gira en torno a tener un
personal preparado y capaz de responder con
rapidez y fl exibilidad a los diferentes acontecimientos.
Eso se consigue con preparación y con
iniciativa tuya y de tus hombres. Es fundamental
hacer buenos planes de instrucción para afi anzar
conocimientos, y aprender a hacer lo mismo de
siempre de otras maneras. A través de ellos obtendremos
esa fl exibilidad esencial, y además nos
permitirán identifi car mejoras en nuestros servicios
al buscar incansablemente ese margen de mejora
que siempre existe.
Iniciativa de los planes de instrucción, pero
eso… ¿Qué es? Suena complicado. A mí me lo
sigue pareciendo, pero poco a poco en cuanto
te zambulles en el funcionamiento de tus equipos
y en las formas de actuación de tu sección, empiezas
a vislumbrar formas de mejorar. Ya sea a
través de adaptaciones de los procedimientos, o
identifi cando al más adecuado de tus hombres
o mujeres para cada tarea. Sobre todo, tranquilidad,
todo el mundo es consciente de que una
vez salimos de la Academia nos queda mucho
camino por andar para obtener el máximo rendimiento
de nuestro trabajo. Tus jefes estuvieron ahí
antes que tú, y lo saben. Lo importante es estar
siempre dispuesto a aprender, y preparado para
aceptar todos los retos que nos vengan.
Todo esto es básico para salir fuera del cuartel,
ya sea de ejercicio o de activación real. Las
salidas serán numerosas en nuestro empleo de
teniente. En mi caso a los dos meses de haber
pisado por primera vez las dependencias de mi
sección ya había participado en tres ejercicios,
72 Armas y Cuerpos Nº 146 ISSN 2445-0359