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MEMORIAL DE INGENIEROS N.º 108
104Información general y varios
LA ACADEMIA REAL MATHEMATICA
DE MADRID
D. Francisco Luís Campos Luque
Subteniente de Ingenieros
RESEÑA BIOGRÁFICA DEL AUTOR
Ingresa en el Ejército en 1982, procedente de alumno del Instituto Politécnico
nº 1 del ET.
Es promovido al empleo de Sargento de Ingenieros en 1985, perteneciente
a la IX Promoción de la Academia General Básica de Suboficiales.
En 1993, es ascendido al empleo de Sargento 1º.
Es ascendido al empleo de Brigada en el año 2000.
En 2011 asciende al empleo de Subteniente.
Ha estado destinado en el Regimiento de Ingenieros nº 3 (Valencia), Regimiento
de Ingenieros nº 2 (Sevilla), Batallón de Ingenieros XII (Madrid) y
Batallón de Zapadores X (Córdoba).
Ha realizado el curso de Jefe de Vehículo Lanzapuentes y el de tripulación
de Carro de Zapadores.
Ha participado en misiones en Bosnia i Herzegovina (SFOR) y Líbano (UNIFIL).
Está en posesión de una Cruz al Mérito Militar y una mención honorífica,
además de la Cruz, Encomienda y Placa de la Real y Militar Orden de San
Hermenegildo.
INTRODUCCIÓN
Durante los siglos XVI y XVII, la ciencia y la técnica se institucionalizaron, los Estados tuvieron
que asumir la responsabilidad de la investigación científica y vieron la luz nuevos
y variados profesionales científico-técnicos, ya que hasta entonces la única ocupación
de carácter científico que había asentado en una profesión era la médica.
Las restantes ocupaciones relacionadas con la actividad científica en la España del siglo
XVI, con la excepción de los pilotos de navegación, ni alcanzó nivel profesional, ni
logró reglamentación alguna; sin embargo, los técnicos militares, los cosmógrafos y los
maestros de hacer cartas de navegación, adquirieron estatus especiales.
Las colonizaciones en ultramar hicieron imprescindible la disponibilidad de otros profesionales
de la ciencia: ingenieros, geógrafos, geólogos, cartógrafos, botánicos, etc.
Desde la segunda mitad del siglo, en tiempos del reinado de Felipe II, es patente en
España la falta de científicos y técnicos, y se plantea la necesidad de establecer en la
Corte un centro de formación científico-técnica.