
El 30 de enero de 2013, en sesión extraordinaria,
el pleno del Congreso de
los Diputados se pronunció a favor de
la solicitud de ratificación del Acuerdo
del Consejo de Ministros de 18 de
enero de 2013, por el que se autorizaba
el despliegue de unidades militares
en el marco de la crisis de Mali.
De este modo, se produjo el inicio de
la presencia de las Fuerzas Armadas
españolas en el Sahel, que se materializaría
mediante las operaciones Apoyo
a Mali (A/M) y EUTM-Mali.
CONCLUSIONES
El Sahel empezó a cobrar relevancia
en la agenda española de seguridad
a raíz de la grave crisis migratoria de
la primera década del siglo xxi. Desde
entonces, los diferentes documentos
y estrategias de seguridad nacional
han considerado la región como una
zona de gran importancia para los intereses
españoles.
El interés de España en la estabilidad
del Sahel tiene dos objetivos principales.
Por un lado, pretende eliminar la
inmigración irregular procedente del
continente africano. Por otro lado, España
busca ampliar la zona de seguridad
en torno a sus fronteras, que se
encuentra amenazada por los grupos
terroristas que operan en la región.
Con el fin de alcanzar dichos objetivos,
28 / Revista Ejército n.º 971 • marzo 2022
las principales acciones llevadas
a cabo por España han sido la cooperación
diplomática con las naciones
del Sahel, las iniciativas de cooperación
de las FCSE y la presencia militar
mediante la participación en misiones
de entrenamiento de la Unión
Europea.
A diferencia de las acciones de cooperación
entre las FCSE y las acciones
diplomáticas llevadas a cabo hasta
entonces, la rebelión tuareg que
tuvo lugar en Mali en el año 2012 supuso
un cambio radical en la posición
de la Unión Europea con respecto a
la región. Fue entonces cuando España
desplegó un contingente militar en
Senegal, denominado Destacamento
Marfil, para el apoyo a las misiones
militares del Sahel. Además, unos
meses más tarde contribuyó con otro
contingente a la misión de la Unión
Europea para el asesoramiento y formación
de las Fuerzas Armadas malienses.
Durante los últimos meses, España ha
tratado de reforzar su presencia en la
región y el compromiso con sus aliados.
Prueba de ello ha sido el refuerzo
del Destacamento Marfil con un segundo
T-21, el aumento del número
de efectivos aprobados para el quinto
mandato de la misión EUTM-Mali
y el envío de tres helicópteros NH-90
pertenecientes a las FAMET.
La contribución española a la misión
EUTM-Mali, aunque numerosa en
comparación con la de otros países
europeos, se ha limitado al apoyo logístico
realizado desde el Destacamento
Marfil en Dakar, a la labor formativa
del contingente desplegado
en Mali y al asesoramiento de los órganos
de defensa. En este sentido, la
labor de la presencia militar española
es mejorable. En primer lugar, el contingente
se encuentra desplegado
en el sur del país, en concreto en Bamako
y Kulikoro. Teniendo en cuenta
que las organizaciones dedicadas al
tráfico humano operan fundamentalmente
en la región septentrional del
país, España debería incrementar su
esfuerzo en esta parte. Del mismo
modo, la presencia de grupos terroristas
es más acusada en el norte de
Mali, por lo que un despliegue en esta
zona contribuiría a reafirmar el compromiso
español con la estabilidad
del Sahel.
A pesar de la grave situación existente
en el Sahel, España ha rechazado
en todo momento contribuir de forma
activa a la lucha antiterrorista llevada
a cabo mediante la operación Barkhane.
Pese a las peticiones de colaboración
hechas por Francia, que considera
a nuestro país un aliado fiable
en la región, España no ha accedido
a aumentar su implicación más allá
del apoyo logístico que proporciona
el Destacamento Marfil desde Dakar.
La europeización de la seguridad en
el Sahel ha permitido que, al igual que
hace España, otros países miembros
apoyen la labor de lucha contra el terrorismo
que realiza Francia prácticamente
en solitario. Esta diversificación
de los apoyos, aunque positiva, ha relegado
a España a un papel secundario
en la estabilización de la región. La
oportunidad más reciente —rechazada
por nuestro país— para tener un papel
dominante en la región ha sido la participación
en la operación Takuba.
Liderada por Francia e integrada en
Barkhane, la Task Force Takuba es
Figura 5. Conflicto en Mali septentrional. Extensión máxima del control rebelde