
análisis y puesta a prueba de conceptos
operacionales.
Johann von Reiswitz, hijo del creador
del nuevo juego, llevó a cabo, en
el año 1824, un conjunto de mejoras.
El joven Reiswitz se encargó de que el
tablero de juego pasara a estar constituido
por mapas topográficos de escala
1:8000, eliminó el dado y dio paso
a la figura del árbitro. Asimismo, para
la resolución de combates, introdujo
un conjunto de tablas elaboradas en
función de datos estadísticos de las
campañas napoleónicas, similares a
las que podemos utilizar en la actualidad
con datos de campañas actuales.
Como el juego ganó en complejidad,
iba acompañado de unas instrucciones
para facilitar su aprendizaje y resolver
las posibles dudas que pudieran
surgir durante su desarrollo.
Ese mismo año se expuso al general
von Muffin, jefe del Estado Mayor
de Prusia, y, según todos los autores,
aunque al comienzo del juego albergó
serias dudas sobre este, terminó afirmando:
«Esto no es un juego, esto es
entrenamiento militar».
Pero ¿cómo se desarrollaba? Antes de
comenzar, se organizaban dos equipos
formados por oficiales, que ocupaban
espacios en habitaciones separadas.
De igual modo, se nombraba
un árbitro. Tanto los equipos como el
árbitro disponían de un tablero con el
mapa sobre el que se jugaba y en el
que se encontraban desplegadas las
unidades. El árbitro tenía visibilidad
completa de los despliegues, mientras
que cada equipo veía el despliegue
propio y las unidades enemigas
desplegadas a la vista de las propias.
De este modo, al conocer exclusivamente
una parte del despliegue enemigo,
se podía recrear la «niebla de la
guerra», por la que la percepción de
lo que está ocurriendo en el campo de
batalla queda limitada al no tener la visión
completa de este.
Las órdenes de los diferentes equipos
eran gestionadas por el árbitro,
que actualizaba los despliegues tanto
en su propio mapa como en el de
ambos contendientes. Para el puesto
de árbitro, solía seleccionarse entre
personal con amplia experiencia y,
normalmente, superior en rango. Antes
de comenzar la partida, facilitaba
a ambos bandos una situación general,
similar a los escenarios que se
pueden encontrar en los ejercicios
que realizamos en la actualidad. Además,
de manera particular, informaba
a cada bando de sus objetivos para el
desarrollo del juego.
Otra de las innovaciones fue que desaparecieron
las casillas. De esta manera,
cada unidad, en función de su
tipo, tenía un rango de desplazamiento
diferente.
El joven Reiswitz decidió que su juego
tan solo representara escenarios tácticos
para tratar de que no se hiciera
excesivamente largo y complejo.
Pero, finalmente, el empleo decidido
del juego, cuyos resultados fueron
aplicables a la estrategia real prusiana,
comenzó con la llegada del general
Moltke al puesto de jefe del Estado
Mayor en el año 1837. Diez años antes
ya había fundado un club de juegos de
guerra en Magdeburgo. Como consecuencia
de ello, y por la importancia
que en su opinión podía tener el empleo
de estos juegos, una de sus primeras
medidas consistió en ordenar
que su utilización fuera un elemento
fundamental en la enseñanza de los
oficiales. Asimismo, para que un oficial
pudiera ingresar en la escuela de
guerra prusiana, era necesario que un
oficial superior atestiguara mediante
una carta que el futuro alumno tenía
capacidad suficiente para arbitrar juegos
de guerra.
El mismo Moltke era aficionado a dirigir
en la escuela de guerra los juegos
de los alumnos. Los temas solían
estar centrados en la defensa de
Prusia a través de las posibles rutas.
El sistema de aprendizaje que utilizaba
Moltke consistía en que, una vez
planteado el problema, pedía opinión
al oficial más moderno para que formulara
su propuesta de empleo. Posteriormente,
continuaban hablando
por orden de antigüedad hasta llegar
a los más expertos. Con esto trataba
de no coartar a los oficiales modernos
en la exposición de sus ideas, ya que,
si primero hablaban los oficiales superiores,
ningún subalterno se atrevía
a contradecirlos. Una vez decidido
el plan que iban a llevar a cabo, se
empleaba siempre en el bando enemigo
al oficial de mayor prestigio y
experiencia para que las fuerzas prusianas
se enfrentaran a los enemigos
más capaces. Una vez finalizado
el juego, Moltke se desplazaba a los
emplazamientos reales y trataba de
comprobar si lo desarrollado y calculado
en el juego era fiel reflejo de lo
que podía ocurrir sobre el terreno real.
Durante los meses de frío invierno
prusiano, los juegos de guerra sustituyeron
al adiestramiento sobre el terreno
y se organizaban juegos a nivel
de división, cuerpo del ejército y ejército
en los que se trataba de poner en
práctica, entre otras cosas, los procesos
de toma de decisiones y el empleo
de la logística.
En años posteriores se pasó a realizar
gran cantidad de ensayos sobre operaciones
ofensivas, en concreto sobre
las invasiones de Austria y Francia,
que, como es sabido, concluyeron
con importantes victorias prusianas
en los años 1866 y 1870 respectivamente.
Estas victorias convencieron
aún más a los prusianos de la importancia
capital del empleo de juegos de
guerra, y se fueron produciendo mejoras
hasta el año 1888.
Una de ellas fue la aparición del concepto
de «punto de ruptura», concebido
como el momento en el que el
número de bajas en una unidad causaba
que esta no pudiera continuar
combatiendo.
Por otra parte, a partir de 1876 comenzó
a desarrollarse una variante
del juego denominada frei kriegspiel
(«juego de guerra libre»). El principal
aspecto de esta versión era que trataba
de simplificar el juego, limitando la
complejidad de sus reglas. Para ello,
se hizo ganar peso a la figura del árbitro,
que desde este momento pasó a
decidir cómo se resolvía cada uno de
los combates. De esta manera, se podía
obviar la utilización de las tablas y
el dado. Este desarrollo contó con el
firme apoyo de Moltke, ya que en aquel
momento el Ejército prusiano contaba
con oficiales con amplia experiencia.
Pero, conforme fueron pasando los
años, los oficiales con experiencia
iban pasando a retiro, y la ausencia de
nuevos conflictos para Prusia supuso
la desaparición de árbitros con experiencia.
Además, comenzó a surgir el
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