LA PRENSA COMO FUENTE HISTÓRICA: EL CRUCERO KÖNIGSBERG
provincias costeras. La comparación de lo transmitido en la prensa escrita y lo
divulgado en artículos y libros de historia posteriores a los hechos narrados
nos permite afirmar que, pese a las dificultades antes señaladas, los lectores
españoles tuvieron una información bastante precisa de los acontecimientos
navales acaecidos en las costas del África Oriental Alemana.
Los planteamientos estratégicos navales
La superioridad naval del Reino Unido era reconocida desde la prensa
española: «En la guerra por mar lleva la Gran Bretaña la indiscutible suprema-cía
de sus grandiosas escuadras, que suman un tonelaje de un millón 176.000
(sic); Alemania, previsora y guerrera, llega á la lucha con 823.000 toneladas
en sus buques de combate; Francia tiene 576.000, Rusia 295.000 y Austria
211.000. El número de acorazados de las potencias es: 20 Francia, 28 Alema-nia,
15 Rusia, 7 Austria y 60 Inglaterra»6.
El objetivo primordial del Reino Unido era mantener las rutas oceánicas
abiertas con la doble finalidad de conservar su comercio y apoyar a sus alia-dos
franceses y rusos. Winston Churchill había establecido un plan estratégico
para la Marina Real británica: 1, despejar los océanos; 2, despejar el Mar del
Norte, y 3, despejar el Báltico. Para la primera labor eran imprescindibles los
cruceros. A pesar de no haber concedido la debida atención a los no protegi-dos,
el Reino Unido contaba con 141 cruceros7. Ellos sostienen «el peso de la
campaña, formando en el Océano la cintura de hierro que protege la otra
cintura de oro, que para Gran Bretaña representa su pacífica flota comercial»8.
El éxito, a pesar de cierta impaciencia detectada en el público británico, fue
rotundo: en Navidad, la guerra contra los corsarios terminaba, lo que permitió
que los británicos se concentraran en la defensa de sus aguas territoriales.
Cuando comenzó la primera guerra mundial, la Marina Imperial de Alema-nia
tenía fuera de sus aguas territoriales once cruceros: dos en el mar Medite-rráneo,
dos en el océano Atlántico, seis en el océano Pacífico y uno en el
Índico9. Consciente de su inferioridad naval, Alemania, en los primeros
compases de la guerra, no preconizará grandes combates en el mar. Antes al
contrario, ejecutará una «lucha de mosquitos que quebrante naval y material-mente
al enemigo»10. Ese era el papel reservado a las unidades que surcaban
los mares lejanos. Además, se esperaba que los alemanes enviaran más de
cuarenta barcos mercantes armados. Como informaba Leandro Cubillo, «los
(6) MATILLA, Aurelio: «Europa. Las fuerzas navales», La Esfera, núm. 33, 15 de agosto
de 1914, s.p.
(7) ROBERT, Juan B.: «Los cruceros ingleses», en Vida Marítima, núm. 461, 20 de octu-bre
de 1914, p. 458.
(8) Ibídem, p. 460.
(9) «Los buques en corso alemanes», Madrid Científico, año XXI, núm. 828, p. 603.
(10) CUBILLO, Leandro: «La lucha marítima en el actual conflicto europeo», Nuestro
Tiempo, año XV, núm. 195, marzo de 1915, p. 290.
REVISTA DE HISTORIA NAVAL 152 (2021), pp. 73-82. ISSN 0212-467X 75