revista de aeronáutica y astronáutica / diciembre 2021
soporte al sistema de defensa aérea 985
espacio aéreo y ultraterrestre y es el
EA quien asume la responsabilidad
de la acción de vigilancia espacial,
cometido integrado en la Jefatura
del Sistema de Mando y Control, que
cambia de denominación a Jefatura
del Sistema de Vigilancia y Control
Aeroespacial (JSVICA). Se constituye
para desempeñar el nuevo rol el
Centro de Operaciones de Vigilancia
Espacial (COVE).
Para la vigilancia y control del espacio,
se dota al EA de un radar de
vigilancia y seguimiento específico,
el denominado S3TSR (Spanish Space
Surveillance and Tracking Surveillance
Radar), cuya información se
integra en la red de defensa contra
misiles de la OTAN (BMD). Posteriormente
se ha promulgado la Estrategia
de Seguridad Aeroespacial
Nacional en el año 2019, situando a
España en la vanguardia en este ámbito.
Este documento establece que
desde el punto de vista de la seguridad
el ámbito aeroespacial es único
no existiendo límites físicos entre el
aéreo y espacial.
SOPORTE AL SISTEMA DE
DEFENSA AÉREA Y ESPACIAL:
FIABILIDAD
Por muy altas prestaciones y fiabilidad
que tenga cualquier sistema,
hay que tener en cuenta que, independientemente
de la perfección
de su diseño, de la tecnología, de
su producción o de los materiales
utilizados en su fabricación, durante
el tiempo de operación se
producirán ciertos cambios irreversibles,
resultado de procesos tales
como corrosión, abrasión, tensión,
sobrecalentamiento, fatiga, difusión
de un material en otro, etc. A
menudo, estos procesos se superponen
e interactúan los unos con
los otros y causan un cambio en el
sistema y de sus características de
actuación. La desviación de esas
características respecto a los valores
especificados es lo que se considera
como fallo del sistema que
también pueden ser causados por
elementos externos como son los
errores humanos en la operación o
en reparaciones incorrectas o por
ataques enemigos.
Las repercusiones de un fallo del
sistema dependen del propio sistema,
del tipo de misión que se esté
llevando a cabo y del momento en
que se produzca. Es deseable que
el nivel de fiabilidad de los sistemas
diseñados esté próximo al
100 % y que el tanto por ciento de
riesgo de fallo mínimo.
Existe una relación directa entre
fiabilidad de un sistema y el coste
de diseño y desarrollo, siendo este
último mayor cuanto más elevado
es el requisito de fiabilidad, por el
contrario, será menor su coste de
operación, al tener menos número
de averías a lo largo de su vida operativa.
Dado que el coste del ciclo
de vida de un sistema integra tanto
a los costes de diseño y desarrollo
como a los de utilización y mantenimiento,
la relación entre fiabilidad
de un sistema y su coste del ciclo
de vida tiene el aspecto mostrado
en la figura de la siguiente página.
Puede observarse que a partir
de cierto punto no compensa el
esfuerzo por el poco impacto que
conlleva en términos de fiabilidad.
La fiabilidad por tanto tiene un coste
y un esfuerzo asociado, que debe
adecuarse al objetivo y trascendencia
del sistema. Así, por ejemplo,
Evolución Centros de Mando y Control EA (1958-2018). Ejército del Aire. Operaciones Sistemas
DA (Indra). (Imagen: Francisco M. Almerich Simó, general de brigada (reserva))
Radar S3TSR. (Imagen: Indra)