revista de aeronáutica y astronáutica / diciembre 2021
memoria histórica del EA 1055
hasta que, perdido el control y
herido de muerte, se precipitó
contra el suelo donde estalló con
una gran explosión, convirtiéndose
en una antorcha de gloria
que llevó al bravo capitán a formar
en las escuadrillas eternas.
Era el primer piloto de caza nacional,
muerto en combate aéreo.
A pocos cientos de metros
del avión, que cayó en territorio
enemigo junto a la carretera de
Teruel a Celadas, se estrelló asimismo
un Potez derribado por
los Heinkel que lograron impedir
el bombardeo.
En 1940, y con antigüedad de
la fecha de su gloriosa muerte,
fue ascendido a comandante por
méritos de guerra».
Nota de El Vigía: Hijo de Paz
Valenzuela Yoch y del comandante
de Infantería José Arija
Blanco, Alfredo había nacido
en Santoña (Santander) el 12
de junio de 1906. Siguiendo la
tradición familiar se hizo militar,
para pasar al Servicio de
Aviación. Como observador sirvió
en los hidros de Mar Chica
(Melilla). Teniente en 1929, ya
en el curso de piloto se reveló
como un virtuoso acróbata, con
las cualidades ideales para cazador
pero, «tirándole» el mar, hace
el curso de hidros teniendo la
oportunidad de participar en la
completa vuelta a España que 12
Wal, con el comandante Ramón
Franco al frente, llevaron a cabo
en 19343; destinado luego a la
Escuadrilla del Sáhara, ostentó
en una época el mando del aeródromo
de Ifni.
El 18 de julio de 1936, ordenado
el traslado a Tablada de la
referida escuadrilla, en la escala
de Larache se unió a los sublevados
contra el Gobierno del
Frente Popular. Dos días después,
pilotando uno de los trimotores
Fokker F-VII con 20
legionarios a bordo, iniciaba el
Paso del Estrecho, como se conoció
al primer puente aéreo de
la historia, que transportó de
Marruecos a la Península más
de 23 000 hombres. Finalizada
esta ardua tarea, se integró en
los Nieuport 52 de la patrulla
del capitán Gancedo y, más
adelante, en las recién llegadas
Pavas (Heinkel He 46) de reconocimiento
armado, con las que
participó en acciones de guerra
en el frente de Aragón. Pero lo
suyo era la caza y no paró hasta
verse integrado en la patrulla de
Martín Campo en la que, como
hemos visto, perdió su vida.
En la fotografía Alfredo Arija
posa feliz tras haber dado el bautismo
del aire a su mujer.
2Jorge Clavero Mañueco. Hermanos
Martín Campo Aviadores en la
Guerra Civil Española.
3Ver RAA julio-agosto de 2004.
Hace 65 años
Festival
Albacete 9 diciembre 1956
Volcado el Ejército del Aire
en la campaña de Navidad y
Reyes, promovida por el gobernador
civil en favor de las clases
humildes, más de 25 000 personas
han asistido en la base aérea
de Los Llanos a un espectacular
festival.
A las evoluciones de la anfitriona
Escuadrilla de Heinkel
111, siguieron los paracaidistas,
el paso de la barrera del sonido
de un Sabre pilotado por el capitán
albaceteño Núñez Flores
y la brillantísima actuación de
la patrulla acrobática de Sabres
del Ala de Caza n.º 1 de Manises
que, al mando del capitán Miguel
Salom, cautivó al público por su
destreza e impecables formaciones.
Finalmente las piruetas,
del más refinado estilo, ejecutadas
por José Luis Aresti en su
Jungmeister, algunas a muy escasa
altura, acongojaron al personal
que aplaudió a rabiar tan
pronto aterrizó.
En la fotografía, de izquierda
a derecha: capitán Esteban
«Comín» Rodríguez Sedano, teniente
Álvarez de la Vega, capitán
Salom y teniente Herraiz.
Hace 85 años
Hidros del Cantábrico
Diciembre de 1937
De los 36 hidroaviones Savoia S-62 construidos en los barceloneses
talleres de la Escuela de Aeronáutica Naval, para reconocimiento
y bombardeo (300 kg), al producirse el alzamiento militar, 27 quedaron
zona republicana y tan solo cinco en la nacional destacados en
la base naval de Marín, en la ría de Pontevedra, desde donde actuaron
valientemente hasta la conquista por los sublevados de toda la región.
Siendo más útiles sus servicios en el Estrecho de Gibraltar, para allí marcharon
tres, quedando tan solo la pareja bautizada general Mola y general
Franco, a los que se unió el moderno Fairchild anfibio Virgen de
Chamorro. Gozando de un excelente buen humor4 y no poco valor, todavía
se apuntaron algún meritorio servicio hasta que «los generales»,
gastados y achacosos, canibalizados terminaron su vida.
En la fotografía tomada en los días felices, vemos de izquierda a derecha
a Leopoldo Brage, José Ramos Crespo y Ángel Torres Prol.
4Ver RAA junio de 2017.