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diversidad de la población y la cultura,
y la diversidad de los países contribuyentes,
cada uno con sus propios
intereses y percepciones del
riesgo. Esta intervención ha puesto
de manifiesto la necesidad de establecer
una situación final deseada
muy bien definida y, por supuesto,
alcanzable, que evite esfuerzos inasumibles
en la estabilización y la reconstrucción
posterior.
Finalmente, en 2011, a través de la
resolución 1973 del CSNU, la ONU
respaldó una operación militar en Libia
para prevenir una potencial masacre
de la población civil en el este
del país, pero el consenso en torno a
la responsabilidad de proteger (R2P)
fue débil, más aún cuando se provocó
la caída del régimen de Gadafi7.
Esta intervención fue iniciada por
un reducido número de potencias
europeas con un respaldo un poco
inconsistente de Estados Unidos y,
más tarde, fue asumida por la OTAN
en el marco de la operación Protector
Unificado (OUP)8. En cierto modo, la
OUP constituyó un modelo atractivo
para alcanzar objetivos limitados con
recursos financieros y tiempo también
limitados, además de un número
mínimo de bajas y daños colaterales.
Sin embargo, también demostró
que, sin abordar la estabilización y la
reconstrucción, este tipo de operaciones
12 / Revista Ejército n.º 971 • marzo 2022
pueden causar más perjuicios
que beneficios.
En cualquier caso, las CMO han contribuido
significativamente a la relevancia,
la mejora de la interoperabilidad
y el desarrollo de las capacidades
de la Alianza en la era posterior a la
Guerra Fría, pero se requiere un nuevo
modelo que permita obtener mejores
resultados en el futuro.
EL ESPECTRO FUTURO DE
LA GESTIÓN DE CRISIS POR
PARTE DE LA OTAN
El apartado anterior ha permitido
identificar factores que la OTAN debe
considerar para decidir cómo, cuándo
y dónde involucrarse en una futura
CMO: una clara estrategia política, legitimidad,
objetivos limitados, un enfoque
integral para la gestión de crisis
y recursos. Con la referencia del
NSC 2010, que afirma que la OTAN
tiene «capacidades políticas y militares
para abordar todo el espectro de
crisis antes, durante y después de los
conflictos», este apartado abordará
cómo hacer frente al espectro completo
de las crisis en el futuro.
En comparación con el espectro equilibrado
que contempla el NSC 2010,
el modelo futuro de gestión de crisis
pondrá un énfasis mayor en la prevención.
Este cambio se introdujo en
la Cumbre de Varsovia de 2016 con la
«estabilidad proyectada» de la OTAN,
entendida como una combinación de
gestión de crisis y seguridad cooperativa,
con una mayor importancia de
la segunda. Se trata de un nuevo marco
para las operaciones establecidas
tras la petición formal de un país con
objetivos limitados, en el que la OTAN
tiene un papel de apoyo. Como consecuencia,
el desarrollo de determinadas
capacidades de los países con los
que hay una relación de partenariado
es parte de la estrategia de seguridad
global y prevención de conflictos,
además de la estrecha colaboración
con otras organizaciones internacionales,
como la ONU, la Unión Europea
(UE) y la Unión Africana (UA).
Las herramientas de prevención de
conflictos han pasado a incluir una
amplia gama de medidas políticas,
legales, económicas o militares cuyo
objetivo es ofrecer una solución a los
conflictos a menor coste. Esto implica
que la OTAN, a través de diferentes
formas de asociación o colaboraciones,
como es el caso del partenariado
Figura 2. Espectro de las CMO de la OTAN