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dos, aportando la cantidad solicitada
por el director general, que les fue deducida
de la nómina correspondiente
al mes de septiembre de 1921.
Concluida la suscripción, la Orden
General de la Dirección n.º 4560 del
29 de septiembre siguiente refiere
que, tras la recepción de los datos
procedentes de las diferentes plantillas,
se logró allegar la cantidad
de 69 204,27 pesetas, que, con algunas
aportaciones más, alcanzó finalmente
las 90 077,23 pesetas, insuficientes,
sin embargo, para llegar a
los 166 500 francos de coste del vehículo
militar, que al cambio suponían
91 406,50 pesetas.
De esta suerte, en la segunda quincena
del octubre siguiente, el director
general giró al embajador de España
en París el total del importe exigido
para la compra. Cubrió la cantidad
restante hasta llegar al precio de venta
la propia Dirección General de Orden
Público.
El pago, tanto del carro de asalto
como del autocamión encargado de
transportarlo, se verificó por medio de
cheques a través del Banco Urquijo y
fue abonado directamente en París.
De esta operación se hace también
amplio eco la prensa. Por ejemplo,
el ABC, con fecha 22 de octubre
de 1921, indica: «… El tanque reúne
todas las condiciones características
54 / Revista Ejército n.º 971 • marzo 2022
de estos modernos elementos de
combate, ha sido elegido por personas
técnicas pertenecientes al Ejército
español y, según telegrama de
dicho embajador —se refiere al de España
en París—, será en un breve plazo
traído a España para su entrega al
ministro de la Guerra».
Con relación al resultado final de la suscripción,
sabemos que la totalidad de
los efectivos de los cuerpos de vigilancia
y seguridad de todas las provincias,
salvo la plantilla de Barcelona, aportaron
un día de haberes, mientras que los
destinados en Madrid y en los organismos
centrales hicieron una aportación
de dos días cada uno de ellos.
Creemos que la razón que motivó que
la plantilla de Barcelona no participase
en esta suscripción puede ser
el hecho de que tanto el personal del
cuerpo de vigilancia como el de seguridad
destinados en aquella localidad
estaban participando en una campaña
de captación de fondos iniciada
en la Ciudad Condal con destino
al ejército de África. Hay constancia
de una donación de 12 000 pesetas
hecha por ambos cuerpos con fecha
25 de agosto de 1921.
El carro de asalto finalmente fue entregado
los primeros días de enero
de 1922 en dependencias de la Escuela
Central de Tiro, ubicada en el
campamento madrileño de Carabanchel,
donde quedó a disposición del
ministro de la Guerra para su posterior
destino a una unidad orgánica.
Suponemos que la entrega se realizaría
en el transcurso de un acto oficial
que contó con la asistencia de autoridades
tanto militares como policiales,
aunque no hemos encontrado dato alguno
que lo avale, no así del hecho en
sí de la entrega del carro de asalto al
que se refiere la prensa, que lo destacó
entre sus noticias del mes de enero
de 1922.
Por su parte, la Dirección General de
Orden Público, en una orden general
extraordinaria a la que lamentablemente
no hemos tenido acceso, expresa
por boca de su titular, Millán
del Priego, su gratitud a todos los que
contribuyeron a la compra de este carro.
S.M. el rey D. Alfonso XIII con el primer FT-17 en Carabanchel