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éxito ofrece es el conformado a base
de información y prevención, unas medidas
que requieren una gran inversión
en inteligencia —humana y electrónica—
que posibilite la obtención de información
en todos los ámbitos posibles
para que, combinada y analizada
convenientemente, permita no solo tomar
decisiones acertadas, sino, ante
todo, anticiparse a la acción terrorista
con el fin de impedirla12. Pero también
es necesario aplicar una estrategia de
contención que dificulte y detenga, si es
posible, la expansión del aludido mensaje
18 / Revista Ejército n.º 971 • marzo 2022
ideológico, y para ello es prioritario
valerse de la pedagogía y de las posibilidades
mediáticas que ofrecen los mismos
canales de difusión que emplean
las organizaciones terroristas a fin de
llegar a sus bases antropológicas13.
Ante este modus operandi, es evidente
que la labor de las fuerzas y
cuerpos de seguridad (FCS) resulta
prioritaria en la lucha contra el terrorismo
de cualquier tipo. Al menos así
lo establece en España el Consejo de
Seguridad Nacional (CSN) a través
de la última Estrategia Nacional contra
el Terrorismo, aprobada en enero
de 2019, un documento que toma
como base la experiencia de décadas
de lucha contra el terrorismo doméstico
y en el que se apunta de forma
concluyente: «En la vanguardia de la
derrota de ETA han estado las Fuerzas