revista de aeronáutica y astronáutica / julio-agosto 2022
556 AS-332 en las unidades SAR
que uno se pudiera imaginar, con la
característica principal de la inmediatez,
en la respuesta que las misiones
de salvamento requieren, y la
secundaria de la alta disponibilidad
de todo su personal.
Con la unión de esos dos escuadrones,
que durante casi 21 años
habían sido vecinos independientes
en la base aérea a de Cuatro Vientos,
emergió el Ala 48.
Por Orden comunicada n.º 02/92
de 19 de febrero de 1992 del jefe de
Estado Mayor del Ejército del Aire se
manifestaba el abrazo de esas dos
grandes unidades, momento en el
que comenzó un trabajo ingente:
conformar una unidad integrando
dos escuadrones independientes y
con misiones muy distintas, pero con
el mismo material, los Superpumas.
Los Pumas pronto pasarían a formar
parte de la dotación de aeronaves
del Ala 49 en Palma de Mallorca.
Los inicios fueron duros, la escasez
de helicópteros SAR y el número
de misiones VIP que había que atender
complicaba la disponibilidad de
helicópteros para la instrucción de
los pilotos. Se aprovechaba cualquier
momento del día en el que se
pudiera realizar un vuelo de instrucción
sin entorpecer el normal desarrollo
de las misiones SAR y VIP. La
disponibilidad permanente de los
helicópteros para misiones reales
dificultaba un planeamiento preciso
en el tiempo, siendo continuas
las modificaciones de los planes de
vuelo previstos.
La profesionalidad de todo el
personal, la ilusión porque cuajara
esa unión y la confianza en los
HD/T-21 hizo posible el despegue
del Ala 48. Se adquirieron dos nuevos
helicópteros SAR con turbinas
e instrumentación mejoradas
y también se adquirieron cuatro
helicópteros VIP largos con mayor
capacidad y autonomía. Esta nueva
compra permitió acelerar e impulsar
el crecimiento de la unidad, al
aumentar las horas de instrucción y
el número de misiones.
En el año 1996 el Príncipe de Asturias
realizó el curso de calificación
en el helicóptero HT-21A, helicóptero
con el que estaba familiarizado al
ser el utilizado para las misiones VIP
desde su adquisición en 1992. Se
confeccionó un plan de instrucción,
coordinado con responsables de la
Casa Real y adaptado a la experiencia
de su alteza real, llevándose a
cabo entre los meses de abril y julio.
A partir de ese momento, han sido
numerosos los vuelos en los que
S.A.R. ha participado como miembro
de la tripulación, realizando un
plan de reentrenamiento continuo
que le ha permitido mantenerse
operativo.