esfuerzo de transportar una carga superior
a los 100 kilos por un terreno
agreste. Y a ello se afanó el Grupo. Se
inició el paseo diario con los mulos, se
atendió a los bastes y monturas, se eliminó
la herrumbre de los armazones,
las hebillas, bocados, estribos y cadenas,
y se engrasaron las correas. E inmediatamente
se comenzó la instrucción
de pieza (armado y desarmado,
carga y descarga, puntería).
Corrían así los días para los artilleros
de Ifni en los primeros meses del año
1957. Mientras, el EdL permanecía
al acecho en la frontera. En junio, los
servicios de información alertaron sobre
una consigna de Rabat para que
los amranis se concentraran el Goulimin,
donde se encontraba el centro
de reclutamiento del Yeich Taharir.
Los puestos confirmaron la presencia
de grupos armados y comenzaron los
primeros hostigamientos a las patrullas.
El 23 de junio, el general Gómez-Zamalloa
30 / Revista Ejército n.º 954 • octubre 2020
era nombrado gobernador de
Ifni, dependiente de la Capitanía de
Canarias, y en agosto, las escaramuzas
fronterizas se propagaron al interior:
ataques a patrullas, asesinatos
de militares indígenas y sabotajes.
Ante esta situación, por Decreto Reservado,
el jefe del Estado declaraba
«zona de operaciones … los territorios
de AOE desde las 0 horas del
11 de agosto de 1957».
En octubre, los servicios de información
alertaron de una reunión entre
el príncipe Hassan y el EdL para preparar
el asalto al AOE. La operación
estaría comandada por Ben Hammu,
que ya disponía de unos 2500 efectivos
que, concentrados en las bases
El jefe del Estado
declaraba zona
de operaciones
los territorios del
África Occidental
Española desde el
11 de agosto
de 1957
de partidas marroquíes (Draa, Goulimin
e Izarcane) y contando con el apoyo
de la base que las Fuerzas Armadas
Reales (FAR) mantenían en Agadir,
cercaban Ifni.
En noviembre, Mohammed V viajaba a
Washington. El contenido de las conversaciones
no trascendió; lo único
cierto fue que EE. UU. prohibió a España
el empleo del material que estaba
recibiendo con base en los acuerdos
bilaterales, como los modernos
carros de combate M-48 Patton y los
reactores F-86 Sabre.
El armamento del EdL era igual, o incluso
superior, al del ejército español:
incluía algunas de las remesas de
subfusiles y fusiles proporcionadas
por España y Francia a las incipientes
FAR, ametralladoras y fusiles ametralladores,
morteros de 50 y 81 mm,
además de varias decenas de camiones
y jeeps, procedentes de las bases
que EE. UU. mantenía en Marruecos
y que «sorprendentemente» habían
sido asaltadas.
Mientras esto sucedía en Ifni, en Valencia,
los artilleros del Regimiento de
Artillería 17 combatían en la «batalla
de barro». El 14 de octubre, el desbordamiento
del Turia había ocasionado
52 muertos en la capital y el Ejército,
como en tantas ocasiones, acudió en
socorro de la población. Así lo relataba
el cabo 1.º del Regimiento, Ramón
Hernández Monleón: «Valencia
ofrecía un panorama desolador, …,
el día 20 salimos a las calles a quitar
Tte Alarcón barro …, y a primeros de noviembre