Despliegue de la artillería en 1957
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pasamos a construir barracones enfrente
del puerto para gente que se
había quedado sin hogar, …, así estuvimos
hasta primeros de diciembre
»9.
EL GRUPO A LOMO DE IFNI
ENTRA EN COMBATE
En Ifni, el Grupo continuaba aceleradamente
su preparación, y no había finalizado
aún el adiestramiento de batería
cuando, en la madrugada del 23 de
noviembre de 1957, el EdL lanzaba un
ataque general en todo el territorio.
Había comenzado la campaña de Ifni.
El ataque sobre la capital buscaba
asesinar a los oficiales y apoderarse
del depósito de armamento, bajo el
mando del teniente Aurelio Alarcón
Cortés de la 1.ª Batería del Grupo.
El artillero 2.º José Rico Castelao, un
labrador lugués de 22 años, se encontraba
de centinela y, al oír ruidos
sospechosos, dio el alto. Entonces se
inició un tiroteo y el artillero recibió un
disparo. Finalmente el destacamento
consiguió repeler el ataque. El enemigo
dejó sobre el campo media docena
de muertos y 11 prisioneros. La herida
de José Rico resultó mortal y el 25 de
octubre falleció. Como recompensa
obtuvo el ascenso al empleo de cabo,
a título póstumo, y la pensión de guerra
extraordinaria (1957 pesetas). La
artillería se cobraba el primer caído en
combate en la campaña10.
La misma noche del día 23, el Estado
Mayor ordenó el despliegue del Grupo.
La 1.ª Batería, al mando del teniente
González de Aguilar, lo haría en las
faldas del monte Gurram, siendo las
piezas arrastradas por los camiones
del servicio de limpieza de Sidi Ifni,
pues, como apuntaba Borreguero, «el
ganado del Grupo, con sus conductores,
se dedicó al municionamiento de
las unidades de infantería, privándonos
de cualquier movimiento», mientras
que la 2.ª desplegó en el acuartelamiento,
donde se mantendría en
disposición de hacer fuego, aunque
carente de enlace con el mando por
la falta de equipos radio y el corte de
la red telefónica. Según Borreguero,
el Grupo trató de doblar el enlace mediante
«una radio portátil, …, se bautizó
como lagarto, que no funcionó
… de la misma forma que debimos
renunciar a las emisoras Marconi». En
los primeros momentos, el problema
de las comunicaciones, esencial para
el ejercicio del mando, coordinar el
fuego y la maniobra, y aún la maniobra
misma, se manifestaría crítico en
todos los cuerpos.
Pues bien, el observatorio de la 1.a Batería
se localizó en el Gurram, junto al
Estado Mayor. Enlazado con él telefónicamente
se encontraba la línea de
piezas, que nada más entrar en posición
abrió fuego y realizó acciones de
hostigamiento y prohibición para evitar
la concentración de los nutridos grupos
enemigos que trataban de aproximarse
a Biugta, Sidi Daud o U Suggun.
Tras el ataque general se salvó Sidi Ifni,
aunque algunos puestos en el interior
se perdieron, y en otros como Tiugsa,
Tenin, Mesti, Telata Sbuia y Tiliuin
las guarniciones quedaron aisladas y
asediadas, batiéndose contra un enemigo
muy superior. En esta situación,
España decidió movilizar fuerzas, entre
ellas la VI Bandera de La Legión, tres
batallones de infantería11, el 1.er Escuadrón
Paracaidista del Ejército del Aire,
dos compañías de ingenieros, algunas
unidades de armas de apoyo12, una
sección de artillería antiaérea, para la
defensa del aeropuerto, y un grupo de
artillería del Regimiento 17 de Valencia.
Las primeras unidades expedicionarias
arribaron a Ifni inmediatamente.
Su llegada causó fascinación entre los
ya desplegados por su moderno material
y equipo. Así lo recogió el teniente
Borreguero: «… vehículos todoterreno,
jeeps y tres cuartos, además de
camiones Ford K de los … batallones
expedicionarios de Soria y Pavía, batallones
… pentómicos13, armados
y equipados de modo desconocido,
para nosotros, y excelente».