primeros pasos del Ala 31 dosier 483
ACCIDENTE T.10/EF.18 EN LA BASE AÉREA DE ZARAGOZA, 1988
No podíamos dejar de citar en este dosier una de las emergencias
de T.10 más angustiosas de la historia del Ala 31, y que
demuestra el alto grado de preparación y profesionalidad de sus
tripulaciones, así como la fortaleza y excelentes prestaciones de
los C-130/T.10.
Era la mañana del 15 de noviembre de 1988, hacia un tiempo
fantástico, la tripulación del Dumbo 031 se preparaba para volar
a San Javier (Murcia), iniciando un tramo de posicionamiento
para una posterior misión de lanzamiento de paracaidistas en
esa zona. Al despegar de Zaragoza, pasando 2300 pies y rumbo
de pista (30R), un avión de combate EF-18 que estaba realizando
un tráfico y se encontraba en inicial, colisionó con el T.10-03
seccionando parte de su plano izquierdo. Como consecuencia
del impacto se desprendieron 6,35 metros del ala del Hércules,
que cayeron como una hoja en una cantera adyacente a la base.
El sargento Jesús Javier García González, hoy teniente en la reserva
con más de 13 000 horas de vuelo en C-130, era uno de los
OFICOM. Base aérea de Zaragoza
supervisores de carga, y todavía recuerda el sonido del roce de
metal contra metal junto con la sensación en el avión de un tirón
repentino. A su vez, no olvidará tampoco nunca que se apresuró hacia la ventanilla más
cercana (puerta de paracaidistas izquierda) para inspeccionar los daños, encontrándose
que todo faltaba, desde el borde de los flaps exteriores hasta la punta de plano, incluso
el propio alerón izquierdo al completo. Por otro lado, 6500 libras de combustible del depósito
principal n.º1 se aerosolizaron instantáneamente por la pérdida del depósito con el
Jesús García
plano, creando una estela del avión en el cielo similar al humo producido por un fuego en
un motor. Para empeorar las cosas, el Hércules entró en un peligroso viraje hacia el plano
dañado, muy difícil de controlar.
A bordo viajaban nueve personas, de ellos seis tripulantes y tres pasajeros. Para uno de los pasajeros y su esposa, el viaje gratis a
Murcia se convirtió en su peor pesadilla, no solo por la emergencia ocurrida en vuelo, sino por el alto grado de nerviosismo que ya
presentaban durante el embarque, al ser la primera vez que volaban en este tipo de aeronaves.
En la cabina el piloto a los mandos, capitán Ferrer, gracias a su habilidad y entrenamiento, pudo recuperar el control del avión
usando la máxima deflexión del alerón derecho, timón de dirección del mismo lado y otras técnicas de pilotaje asociadas a la pérdida
de control, posibilitando que el T.10 virase ligeramente hacia el plano no dañado. Por otro lado, nadie sabe lo que impulsó al
mecánico de vuelo, subteniente Sánchez (QEPD), para que cambiara inmediatamente la distribución de combustible tras el impacto,
permitiendo de esta forma una alimentación cruzada hacia el plano izquierdo, y cuya rápida e instintiva acción, posiblemente
salvó la vida de todos.
Si el T.10-03 hubiera perdido el motor 1 debido a la falta de combustible, sus problemas de control se habrían incrementado
exponencialmente, y el avión, muy posiblemente, se habría vuelto incontrolable.
El T.10 realizó un amplio viraje a la derecha, rodeando la ciudad de Zaragoza, para volver al campo. La tripulación repasó todos
los procedimientos y precauciones a tener en cuenta antes de aterrizar, estableciéndose en una larga final de la pista 30R (la 30L
estaba cerrada por obras), con flaps 0 % para no variar la configuración del avión, así como alta velocidad, cercana a los 170kts.
El aterrizaje resultó ser uno de los más suaves que jamás esa tripulación había tenido, saliendo de pista por sus medios sin necesidad
de ayuda externa. Una vez en el aparcamiento, el desequilibrio de combustible y la falta de parte del ala, hizo que el avión se
inclinase lateralmente, aunque sin más consecuencias. Significar que cuando posteriormente se comunicó al fabricante del avión
(Lockheed Martin) lo ocurrido, no se creían lo acaecido, y menos que un C-130 pudiese volar en esas condiciones.
El comportamiento de la tripulación fue una muestra de profesionalidad, habilidad, coordinación y excelente CRM en cabina,
donde cada miembro de la misma actuó de una forma ejemplar y con mucha tranquilidad, incluso cuando la torre de control trabajaba
frenéticamente en impartir instrucciones al EF-18, que también trataba de aterrizar lo antes posible por los daños producidos
en su borde de ataque.
La sección de plano dañado del T.10 se recuperó de la cantera, y en 1992, se utilizó, junto con el ala del EF-18, en un monumento
inaugurado por SM el rey para conmemorar las 100 000 horas de vuelo del Ala 31.
revista de aeronáutica y astronáutica / junio 2021
El T.10-03 tardó cerca de dos años en repararse; ambos planos
fueron sustituidos íntegramente en las instalaciones del Ala 31 de
Zaragoza por personal de la unidad con el apoyo de la maestranza
aérea de Sevilla.
En 1995 el T.10-03 fue designado como avión prototipo de la
modernización a realizar a la flota, programa que es objeto de otro
artículo en este dosier. Actualmente descansa en Cuatro Vientos
en las instalaciones del Museo de Aeronáutica y Astronáutica del
EA, donde podrá ser visitado en breve, como recuerdo y homenaje
a nuestros Dumbos T.10, recientemente dados de baja, y que
tanto han aportado al Ejército del Aire y al MINISDEF. n
Ala 31. Archivo
Jesús García
1Capitán Ferrer (P), capitán Delibes (CP/CA), comandante Palacios (N), subteniente Sánchez (QEPD)(MV), sargento García (SC) y sargento Pradales
(QEPD)(SC).