revista de aeronáutica y astronáutica / junio 2021
514 el aeródromo militar de Ablitas
por el Ejército del Aire) hasta hoy, varias
han sido las ocasiones en las que
se han repetido las actuaciones para
mejorar eso que los técnicos llaman
«capacidad portante», profundizando
y alargando la excavación, el relleno
por capas con materiales seleccionados
y su compactación.
Aviación militar, claro. Pero también
aviación civil, deportiva y contraincendios.
También aviación de aeromodelos
y algún que otro ultraligero, uno de
los cuales llegó a posarse en la copa
de un olivo.
Domingos por la mañana, cabecera
de pista. Pequeños aeromodelos
zumban y revolotean como enormes
abejorros aprovechando el espacio y
la pista que, para sí, hubieran deseado
los F/A-18 Hornet. No, no sois ellos,
pero habéis sido bienvenidos y ésta
ha sido vuestra casa.
Etapa obligada de tantas vueltas
aéreas organizadas por aeroclubes
civiles. Calidez y afecto, respeto y admiración.
Reconocimiento y gratitud.
Sentimientos presentes, visibles, de
todos los participantes hacia ti, hacia
nosotros. Algún llamativo incidente,
nada importante, nos llevamos también
en la mochila de las vivencias.
Magnífico, precioso bimotor, desparecido
en la nube de polvo del despegue
y aparecido, disipada ésta, entre
las cepas de la viña.
Refugio, como si de aves esteparias
se tratase, de aeronaves entregadas al
medio ambiente. Desde apagafuegos
hasta fumigadoras. Y no quiero olvidar
tu colaboración con los Cuerpos
y Fuerzas de Seguridad del Estado.
También para ellos has mostrado tu
utilidad.
Lugar de instrucción avanzada. Muchos
«cobaya» e incontables Plan de
Lanzamiento de Instrucción de Cargas
(PLIC) en los que me tuve que acercar,
junto a otros, a tu pista para que
pudieses ofrecer los servicios necesarios.
Toma de tierra con la Dornier
en apenas diez metros de camino, ni
siquiera de pista, al lado de la «casa».
Cierzo de muchos nudos y descenso
simulando un helicóptero cualquiera
de los escuadrones SAR que en tus
tierras se posaron. También vi a los artilleros
antiaéreos y a los del «curso de
guerrilleros» de nuestros compañeros
del Ejército de Tierra adiestrarse en tus
tierras.
Yo mismo, una vez fui tu huésped.
Ejercicio Tormenta del 2012, 18 hombres,
16 horas de trabajo y un Role 2
completamente operativo. Colaboración
de UMAAD-Zaragoza con Cruz
Roja Española, Ejercicio QUIREX. Simulacro
de una NEO (operación de
extracción de no combatientes) durante
un conflicto hipotético. No podía
faltar la evacuación aérea sanitaria en
un CASA-295. Magnífico esfuerzo. Satisfacción
completa.
Pero volvamos a la instrucción avanzada
para tripulaciones de aviones
de transporte y paracaidistas. Lanzamientos
de cargas y de personal.
Y, cómo no, tomas. También nocturnas
y de máximo esfuerzo. Hoy lugar
de adiestramiento de tripulaciones
internacionales dentro de los ETAP
C/T (European Tactical Airlift Program
Course/Training).
Te siguen visitando los Aviocar
C-212 y los Casa-295. Los C-130 Hércules
han dejado de hacerlo hace
unos días tan solo. Progresivamente,
visitas menos numerosas las de nuestros
Hércules y más abundantes las de
los amigos. Pero ahora juegas las ligas
mayores.
El Airbus 400-M es la refulgente
estrella que te necesita, que precisa
de ti para poder ser lo que es. En tu
pista de tierra no preparada, aunque
adecuadamente remodelada, alargada
y compactada, obtuvo la certificación
para tomas fuera del asfalto. Y
a tí siguen llegando periódicamente,
sin descanso. Y tú acumulas sus brutales
tomas y te desangras y desgarras
con el terrible impacto de cada
una de ellas. Y de nuevo es necesario
volver a reacondicionar y compactar
tu pista. El polvo de tu piel, ocultando
uno de estos colosos (del que
únicamente sobresale el morro y los
motores), óleo sobre lienzo pintado
por una persona muy próxima, me
acompañó en el despacho los últimos
años en activo. Hoy lo hace desde
mi domicilio.
En tus pistas aprendí a distinguir un
PDS (Platform Delibery System) de un
CDS (Container Delibery System). El
primero saliendo del avión mediante
un paracaídas extractor, mientras que
el segundo lo hace por gravedad,
aunque cuando descienden con sus
tres campanas abiertas sólo esperas
que caigan cerca de la «cruz». Aluciné
con los LAPES, en los que el avión,
C-295