496 dosier ejercicio Red Flag
MISIONES DEL ALA 31: REPATRACIÓN DEL TESORO DE LA FRAGATA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES
Eran aproximadamente las ocho y media de una noche de febrero de 2012 cuando nos sentábamos a cenar toda la familia como
todos los días. No sé por qué motivo esa noche mi hija la mayor, que tenía nueve años recién cumplidos, preguntó a mi esposa a
donde se iba en esta ocasión papá. Me llamó la atención que se lo preguntará a mi mujer en vez de directamente a mí, por lo que
me sentí transparente a sus ojos, ya que es como si para ella ya me hubiera ido de casa una vez más.
Mi mujer le empezó a contar con el cariño que una madre solo sabe hacer, que en esta ocasión se trataba de una historia curiosa
pues…«hace ya muchos años, como unos 200 o más, hubo unos marineros españoles que pusieron rumbo a España desde Perú
cargados con unos cofres que llevaban en las bodegas de sus barcos llenos de monedas de oro y joyas. Resulta que, cuando les
faltaba muy poco para llegar les interceptaron unos “malos” y les dispararon cañonazos hasta hundirlos con los cofres. Pues bien,
han encontrado esos cofres guardados en un país que está muy lejos y papá va a recogerlos.». Mi hija se quedó mirándonos, hizo
una breve pausa, y acto seguido empezó a reírse a carcajada limpia. La pequeña no sabía muy bien lo que sucedía, pero al oír a su
hermana reírse se unió a ella produciéndose el famoso efecto contagio de los niños. En menos de cinco segundos estábamos todos
riéndonos sin parar, evidentemente los motivos de cada uno no eran los mismos.
Así empezó para mí esta aventura de ir a recoger el tesoro del famoso pecio de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes,
hundida el 5 de octubre de 1804 por la Flota inglesa en aguas del Golfo de Cádiz. 26 personas del Ejército del Aire, 20 del Ala
31 y cuatro del EADA, formaron parte de las tripulaciones y personal de apoyo necesario para llevar a cabo este vuelo.
Como casi todas las misiones de aerotransporte de la historia del Ala 31, esta también comenzó con una llamada de la JMOVA
(Jefatura de Movilidad Aérea) a la Sección de Operaciones del Ala y, al igual que la mayoría de las conversaciones telefónicas que
se mantienen con esta Jefatura para darnos a conocer la posibilidad de una misión, la comunicación se apostilló al final con el famoso
revista de aeronáutica y astronáutica / junio 2021
«bueno, id planeándolo y ya os diremos más adelante si se hace o no».
Se presentaron tres frentes principales que abordar: el vuelo en sí mismo con la necesidad de apoyos en las escalas, la carga
(preparación y custodia), y por último las relaciones públicas con la prensa (nacional e internacional) así como las institucionales con
otros organismos (embajada, USAF, MINISDEF,…etc.).
La misión empezó por dibujarse complicada, ya que se nos proporcionaron unos datos totalmente inciertos, basados en suposiciones,
noticias de prensa,…etc., por lo que el planeamiento se inició con una aproximación de un aerotransporte de entre 16
y 18 toneladas de carga, desconociendo el tipo de embalajes
o dimensiones, ni la cantidad de pallets necesarios. A partir de
estos datos se articuló toda la operación, estimándose como necesarios
entre dos y tres T.10, número final a determinar una vez
se confirmase la información sobre la carga a transportar. Hay
que apuntar que esto no ocurrió hasta el mismo día en que se
aterrizaba en la base aérea de McDill, Tampa (Florida).
Por otra parte la JMOVA también encargó al Grupo 47 el planeamiento
de la misión pero, ante la indeterminación de los
detalles básicos para tomar una buena decisión, se mantuvo únicamente
un avión y su tripulación en alerta, siendo los T.10 del
Ala 31 quienes protagonizarían finalmente el desarrollo de la misión,
debido a su gran capacidad y flexibilidad de configuración
para el aerotransporte.
Mientras se iban realizando rápidamente todas las labores
asociadas a la preparación de la misión, tras una llamada de
la JMOVA preguntando por el número de plazas libres disponibles
en los aviones, de repente apareció la palabra prensa
como otro factor a tener en cuenta en el planeamiento. En esta
ocasión no nos podíamos arriesgar a dejar carga en el suelo
por llevar un pasajero de más o al contrario, por lo que la cosa
Jesús García Jesús García
Jesús García