500 dosier ejercicio Red Flag
MISIONES DEL ALA 31: OPERACIÓN UNIFIED PROTECTOR
José Luis Franco Laguna
revista de aeronáutica y astronáutica / junio 2021
El 20 de marzo de 2011 se activaron dos tripulaciones de
alarma del Ala 31. La misión era desplegar en la base aérea de
Decimomannu (Cerdeña) material y personal del Ala 12 y del
Grupo 47. El 18 de marzo el Consejo de Seguridad de la ONU
había autorizado a sus estados miembros a tomar las medidas
necesarias para proteger a la población civil libia y establecer
una zona de exclusión aérea, un embargo de armas y un
pasillo de ayuda humanitaria. Cuatro días después, el 22 de
marzo, el Congreso de los Diputados aprobó la presencia del
contingente español en el conflicto.
Un mes más tarde ya había allí desplegado un TK.10 del
Ala 31, que junto con el TK-17 del Grupo 47, tenía encomendada
la misión de dar combustible en vuelo a los cazas
aliados que operaban en Libia para mantener el espacio de
exclusión aérea.
Decimomannu es la base principal de Cerdeña, y en aquel
momento tenía un destacamento permanente de la Luftwaffe
que utilizaba el espacio aéreo descongestionado de la isla
para realizar sus ejercicios de tiro. Había además un despliegue
de F-16 holandeses cuya célula de inteligencia proporcionaba
los productos a todas las unidades destacadas.
Al inicio de la conocida como Guerra de Libia (Operación
Unified Protector), las misiones tenían lugar principalmente de
noche. Aunque al principio de la campaña se iban activando
los distintos elementos de AAR según los planes del CAOC, al
cabo de algunas semanas la actividad del Ala 31 consistía en
volar cuatro noches seguidas, librar dos, volar otras dos noches
y otro día de descanso. A medida que avanzó el conflicto
las operaciones pasaron a ser diurnas y de forma paulatina se
fueron espaciando hasta terminar en octubre de 2011.
Una misión tipo era despegar de Decimomannu a medianoche,
volar hasta las distintas zonas de reabastecimiento que
había frente a las costas de Libia (entre dos y tres horas de
vuelo en función del área asignada), mantener una ventana de
AAR de aproximadamente hora y media y volver a la base. La
hora de llegada solía ser entorno a las siete de la mañana.
Los tripulantes del Ala 31 que tuvieron la oportunidad de
participar en la operación vieron muchas veces amanecer junto
a Sicilia o Malta, después de un reabastecimiento que había
sido más o menos demandante en función del número de
operaciones y de cambios que se hubieran producido durante el día.
Aunque se planteó inicialmente, nunca se llegaron a instalar los depósitos de combustible de fuselaje en los TK.10, por lo
que la capacidad de reabastecimiento del avión estaba muy limitada debido a las grandes distancias que separaban la isla
de Cerdeña del teatro de operaciones.
Las bases más cercanas a Libia tenían las plataformas repletas y no eran capaces de proporcionar aparcamiento ni combustible
a aeronaves que no estuvieran basadas allí. Fue por estas limitaciones por lo que el TK.10 pasó de utilizarse como tanker genérico
(ocupando las zonas de AAR habituales junto con el TK-17 o los KC-135), a ser enviado a repostar a áreas remotas en
las que se llevaban a cabo misiones en busca de objetivos de
oportunidad. No era raro volar hasta el límite entre el FIR de
Trípoli y el FIR de El Cairo en apoyo a este tipo de misiones.
Los alternativos de combustible eran las bases militares ubicadas
en Sicilia y Creta, que por suerte no hubo que utilizar en
toda la campaña.
Se establecieron destacamentos de 45 días para todo el personal.
Esto supuso un esfuerzo extraordinario para el Ala 31,
ya que al personal de mantenimiento y fuerzas aéreas que por
aquel entonces se encontraba desplegado en Afganistán, debía
sumarse ahora otro despliegue muy activo y que operaba de forma
simultánea.
Finalmente, la campaña terminó al cabo de seis meses y se
saldó con 118 vuelos y más de un millón de litros de combustible
reabastecidos a los diferentes cazas de la operación. n
Javier Ferrer Santacreu
Capitán del Ejército del Aire
Ala 31