revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2021
Mars 2020 137
sarrollado en la cuenca Qaidam, y en
otros estudios que he hecho en ambientes
extremos del planeta, como
el desierto Pilbara en Australia, las
fuentes termales de Rotorua en Nueva
Zelanda, o en la Laguna Cisó en Gerona,
me invitaron a lo más emocionante
que he hecho en mi vida: formar parte
del equipo que eligió el lugar de
aterrizaje del rover Perseverance, que
forma parte de la misión de la NASA
Mars 2020.
Así que en el año 2017 fui a California,
y presenté mi propuesta del lugar
de aterrizaje para la misión. Era el cráter
Holden, situado cerca del ecuador
de Marte que creemos que estuvo lleno
de agua durante varios millones de
años. El agua, ingrediente necesario
para la vida en la Tierra, desapareció
eventualmente; sin embargo, varios
millones de años pudo ser suficiente
tiempo para que la vida no solo surgiera,
sino que sobreviviera. Todos los
que participamos en la elección del lugar
de aterrizaje nos reunimos en una
sala de conferencias en un hotel muy
cerca del Laboratorio de Propulsión
a Chorro (JPL, Jet Propulsion Laboratory)
en Pasadena, California. Las conversaciones
en los descansos no eran
sobre tiempo o la comida, sino de
dónde vamos a aterrizar, de si encontraremos
vida, de qué tipo de vida vamos
a encontrar o de si vamos a traer
muestras marcianas de vuelta.
LA SELECCIÓN DEL LUGAR DE
ATERRIZAJE
La misión de la NASA Mars 2020
es la culminación de tres décadas
de exploración marciana siguiendo
la línea de investigación «Búsqueda
de signos de vida». La misión,
que despegó de Cabo Cañaveral a
finales de julio de 2020, no solo va
a detectar ambientes habitables,
sino que también va a contribuir en
la preparación de futuras misiones
tripuladas al planeta rojo. Sin embargo,
saber dónde hay ambientes
habitables y si hay potencial vida
en el presente, requiere un lugar
de aterrizaje con una geología que
indique si hubo agua y si las condiciones
fueron propicias para la vida.
Encontrar dicho lugar de aterrizaje
requiere una combinación de imágenes
de satélite y del terreno para
proporcionar la mayor información
posible: mineralogía, formas geológicas,
química elemental y texturas
de la superficie en una variedad de
escalas, y algún signo que indique
la posibilidad de vida pasada. La misión
incluye un pequeño helicóptero
(Ingenuity) y un rover (Perseverance).
A medida que el rover vaya viajando
y analizando, guardará muestras en
Rover Perseverance