revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2021
Sirio 2020: poder aéreo 89
Aumenta la tensión entre Caronia y Asorien. Los intentos de
la primera de anexionarse la región fronteriza de Solaz del Rey
se hacen cada vez más evidentes. Asorien debe reaccionar. Los
dos estados son vecinos en la isla de Occidiana, que en realidad
ocupa la mitad occidental de la península ibérica.
Asorien se asemeja a España. Es la nación más antigua de
la isla Occidiana y conserva sus fronteras actuales desde hace
más de quinientos años. Es un país cuyo régimen político es
una asentada monarquía parlamentaria basada en elecciones
libres, separación de poderes y con un profundo respeto democrático.
La etnia que predomina en su territorio es la orsina,
aunque ha habido un aumento exponencial de la etnia caronita
en la Prefectura de Solaz del Rey, que limita al norte con la hermética
frontera de Caronia. Este aumento ha sido producido
por los refugiados caronios que huyen del régimen totalitario
de Caronia.
Caronia, aunque auto proclamada como democracia, es en
realidad una dictadura carente de elecciones o separación de
poderes desde hace más de veinticinco años. Tiene un parlamento
controlado por un sistema monopartidista y su falta de
respeto por los convenios internacionales y derechos humanos
ha sido denunciada en varias ocasiones ante las Naciones Unidas.
Caronia es un estado de mayoría étnica caronita, aunque
en su estratégica isla de Minea, situada en el golfo de Cádiz, la
mayoría étnica es la orsina, como en Asorien.
En los últimos años, pese a las diferencias en cuanto al sistema
político y al establecimiento de las fronteras, las naciones
vecinas gozaron de buenas relaciones diplomáticas y económicas.
Esto no impidió que cada una de ellas tratase de ejercer
una influencia hegemónica regional en los asuntos políticos y
económicos de la isla Occidiana.
Estos intentos alcanzaron especial relevancia cuando
Asorien emprendió la construcción de tres plataformas petrolíferas
en su ZEE (Zona Económica Exclusiva) en el mar del estrecho.
Para ello, el gobierno de Asorien contrató los servicios de
una empresa de Caronia, que en ese momento gozaba de gran
prestigio por su dilatada experiencia y por su incuestionable
solvencia. Alcanzó con ella un acuerdo de explotación beneficioso
para ambas partes.
Por otro lado, y a resultas de un cierto aperturismo vivido
hace una década en Caronia, han comenzado a surgir voces disidentes
que protestan contra el régimen político instaurado. El
partido en el poder ha iniciado una política de fuerte represión.
Tras esto, Asorien adquirió las plataformas petrolíferas, liquidando
así el acuerdo alcanzado con la empresa energética de
Caronia. El pueblo caronio, que había sufrido una gran carestía
durante los años que duró la crisis económica, apoyó ampliamente
al partido único en sus inicios. Apelaban a principios nacionalistas
y pretendían desarrollar un país fuerte y repartir la
riqueza entre el pueblo caronio.
Al mismo tiempo, comenzó a desarrollar industrias militares
con el apoyo de países afines y, a pesar de sus intenciones iniciales,
convirtió a la nueva República Democrática de Caronia y
los Pueblos Libres (RDC) en una férrea dictadura, represaliando
todo tipo de oposición al régimen.
Se sucedieron los masivos y sangrientos escarmientos públicos.
La cruenta represión hizo que gran parte de la población
de Caronia desease escapar del régimen dictatorial, que estableció
los mecanismos necesarios para tratar de impedirlo.
A pesar de los millares de muertes que se produjeron por
el bloqueo armado, más de ochocientos mil caronios de etnia
caronita (5% de una población de dieciséis millones) huyeron a
la Prefectura de Solaz del Rey, en territorio de Asorien.
El desmoronamiento de la RDC comenzó en 2016 cuando
las industrias nacionalizadas y el sistema de salud implosionaron,
dejando las arcas del estado sin recursos. El gobierno de
Caronia emitió un comunicado a la población culpando a sus
antecesores de haber permitido que la empresa petrolífera, en
cuyo consejo directivo ocupaban
asientos políticos del anterior régimen,
se desprendiese de las
plataformas, seducidos por los
más de mil millones de euros
que el Reino de Asorien pagó
por ellas.
En el comunicado también
cargó contra sus vecinos del sur,
culpándolos directamente del
colapso del régimen caronio,
motivado, según su gobierno,
por las sanciones económicas,
que en realidad nunca llegaron a
ser impuestas, y por la codicia de
sus dirigentes, que en sus anhelos
imperialistas habían arruinado
a la RDC.
Los ataques verbales al jefe de
Estado de Asorien, muy popular
entre los súbditos asorianos, motivó
que se produjera una escalada
de acusaciones y reproches
LA INTRAHISTORIA